Un día muy especial para la Iglesia que peregrina en Italia: celebra la fiesta de su patrono, San Francisco de Asís. En la Basílica Papal dedicada al santo, en Asís, el Cardenal Matteo Zuppi, Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, ha presidido la misa, que contó con la participación ilustre del Presidente de la República, Sergio Mattarella, y el Papa ha publicado un tuit destacando la figura del fundador de la Orden Franciscana.
Sebastián Sanson Ferrari – Vatican News
“No te olvides de los pobres”. Estas fueron las sentidas palabras que el Cardenal Claudio Hummes susurró a Jorge Mario Bergoglio cuando el entonces arzobispo de Buenos Aires, quien estaba sentado a su lado en el cónclave, alcanzó el número de votos necesarios para ser elegido. Una frase que dejó a Bergoglio dándole vueltas. “Entonces, inmediatamente, en relación con los pobres, pensé en San Francisco de Asís”, reveló el propio Pontífice en su encuentro con los periodistas el 16 de marzo de 2013. De esta intuición surgió la elección del nombre, que marca un estilo pastoral concreto de dar testimonio del Evangelio en el mundo de hoy.
Casi diez años después de ese momento, el Papa Francisco continúa caminando tras las huellas del santo que lo inspiró, en sus gestos y palabras, sembrando la Buena Noticia a todos los hombres y mujeres de nuestro tiempo, sin excluir a nadie, resaltando que la Iglesia debe ser una casa de puertas abiertas a todos. Precisamente en esta línea, este martes 4 de octubre, en la fiesta litúrgica del Patrón de Italia, el Obispo de Roma le dedicó un tuit en el que escribe: “San Francisco de Asís, que se sentía hermano del sol, del mar y del viento, sembró paz por todas partes y caminó junto a los pobres, los abandonados, los enfermos, los descartados, los últimos. ¡Sigamos su ejemplo!”.
Los 280 caracteres se concluyen con dos etiquetas que expresan ideas muy significativas para el Pastor de toda la Iglesia y que constituyen ejes centrales de su Pontificado: la primera, #FratelliTutti, remite a su encíclica, cuyo segundo aniversario de publicación se cumplió ayer, 3 de octubre, sobre la fraternidad y la amistad social. Este texto también brota de la espiritualidad franciscana; su título, de hecho, procede de uno de los escritos del Pobrecillo de Asís, en el que utilizaba esos dos términos “todos hermanos»para dirigirse a todos los hermanos y hermanas, para proponerles una forma de vida con sabor a Evangelio. De esos consejos el Papa quiere destacar uno donde invita a un amor que va más allá de las barreras de la geografía y del espacio. Es una “fraternidad abierta, que permite reconocer, valorar y amar a cada persona más allá de la cercanía física, más allá del lugar del universo donde haya nacido o donde habite”.
El segundo hashtag, del #TiempoDeLaCreación, alude al período concluido justamente hoy, 4 de octubre, con la fiesta de San Francisco. Un período dedicado a orar, meditar y efectuar acciones concretas para custodiar la casa común, una madre tierra que grita y gime ante los abusos humanos. Un clamor que queda muy evidenciado en la encíclica Laudato si’en la que también tomando como referencia un texto de San Francisco (el Cántico a las Criaturas) el Santo Padre realiza una bella reflexión pastoral sobre el apremiante llamamiento a detener la destrucción de la madre naturaleza.
El agradecimiento de Zuppi al presidente Mattarella
En este día tan especial para el pueblo italiano, el Cardenal Matteo Zuppi, Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, presidió la santa eucaristía en Asís. En su homilía, Zuppi expresó que San Francisco es “nuestro Patrono y es una alegría particular, en este tiempo tan marcado por tanto sufrimiento y tanta preocupación, encontrarnos aquí con todas las Iglesias que están en Italia y con el Presidente de nuestro país”. Como bien expresó el Purpurado, el Presidente “representa a todos los italianos y las italianas y le agradezco de corazón su presencia y por su servicio, lleno de sabiduría y pasión convencida por defender los ideales fundacionales de nuestro país».
Las luces de la noche
En su proficua alocución, Zuppi recordó la fatídica experiencia de la pandemia del Covid-19, que se supera laboriosamente en el país. También, sobre el ejemplo de San Francisco, consideró que se puede transformar el sufrimiento en amor, lo amargo en dulzura.
“Ayudar a los demás nos hace encontrarnos a nosotros mismos. El amor nos libera del pesado e insoportable yugo del individualismo. Las dificultades no han terminado en absoluto”, dijo el Cardenal, quien invitó a confiar la nación a la intercesión de su Patrono. Animó a encomendarse al santo, para que “sostenga, en un momento tan decisivo, el amor político y el servicio a la casa común, para que en la necesaria diversidad todos contribuyan al interés nacional, indispensable para fortalecer las instituciones sin las cuales ningún plan puede realizarse”.
A su vez, la intervención del Cardenal se amplió hacia el territorio europeo, para suplicarle al Señor que “nos ayude a derrotar toda lógica especulativa, pequeña o grande, anónima e inhumana, una forma de especulación que aumenta la injusticia y crea tanta pobreza”.
Para el Purpurado, “la clave del futuro es ese ‘todos los hermanos’ vivido a todos los niveles, con respecto a los pobres y los inmigrantes, los jóvenes y los ancianos, a la vida, que debe ser siempre respetada, hasta el cuidado del medio ambiente”. Sobre la guerra en Ucrania, Zuppi exhortó a hacer nuestro “el sentido llamamiento del Papa Francisco dirigido ciertamente a los dos presidentes directamente implicados, pero también a quienes pueden ayudar a encontrar el camino del diálogo y las garantías de una paz justa”.
“Como San Francisco, todos podemos ser artesanos de la paz. Esta es la luz de la lámpara que toda Italia enciende hoy con su Patrona, para que muchas luces hagan humana y fraterna esta única sala nuestra que es el mundo”, concluyó Zuppi.
