En un llamado a la acción para proteger a los trabajadores, el coordinador de país de la OIT en Irak, Maha Kattaa, instó a que se implementen medidas para reducir los riesgos para quienes trabajan bajo un calor extremo.
Sectores peligrosos
Según la Encuesta sobre la fuerza laboral reciente, uno de cada cuatro trabajadores en Irak está empleado en la construcción o la agricultura, ya considerados entre los sectores más peligrosos del mundo.
Un informe de 2019 de la agencia de la ONU destacó que “el aumento de las temperaturas globales causado por el cambio climático hará que el estrés por calor sea más común”, lo que amenaza el progreso hacia el trabajo decente.
Mientras tanto, a medida que las condiciones se deterioren, la seguridad, la salud y el bienestar de los trabajadores probablemente se verán afectados.
Protección de los trabajadores eventuales
La Sra. Kattaa dijo que si bien a los trabajadores en algunas partes de Irak se les ha dado tiempo libre debido al calor, se deben tomar medidas para proteger a los trabajadores informales, temporales, estacionales o jornaleros que no pueden darse el lujo de perder un día de trabajo.
Esto podría incluir proporcionar ropa adecuada; acceso a agua potable y áreas sombreadas; y ser alentado a trabajar durante las horas más frescas con tiempos de descanso apropiados.
También implica garantizar que la legislación relacionada con la seguridad y la salud en el trabajo se haga cumplir a través de las inspecciones laborales, especialmente en los sectores que enfrentan los mayores riesgos.
Modernización de la seguridad y la salud en el trabajo
Irak ha ratificado una serie de convenios de la OIT que se centran en la necesidad de proteger a los trabajadores en diferentes sectores.
Más recientemente, esto se hizo mediante la ratificación del Convenio sobre seguridad y salud en la agricultura, 2001 (núm. 184), que reafirma el compromiso del país con el trabajo decente y las normas internacionales del trabajo.
La Sra. Kattaa reiteró que la OIT está comprometida a apoyar a sus socios en el desarrollo de políticas de seguridad y salud en el trabajo y de inspección del trabajo.
Estos contribuirán a modernizar los sistemas existentes y mejorar las condiciones de los trabajadores y sus empleadores.
Si bien estos esfuerzos no son específicos para el estrés por calor en el trabajo, ayudarán a garantizar un entorno laboral más y mejor para todos los trabajadores en Irak, dijo la Sra. Kattaa.
“La seguridad y la salud de los trabajadores son responsabilidad de todos”, dijo.
“Todos tenemos un papel que desempeñar, aunque sea pequeño, para garantizar que las condiciones de trabajo sean dignas y seguras y que nuestro medio ambiente esté protegido de una mayor degradación”.
