Comunicado de www.vaticannews.va —
En su intervención en un encuentro de Federculture en Roma, el cardenal Tolentino de Mendonça pronunció una Lectio Magistralis sobre el valor de la cultura como puente entre las personas, bajo la forma de escucha, imaginación, cuidado y alianza.
Matteo Frascadore – Ciudad del Vaticano
Hablar de cultura y comunidad “significa reconocer que vivimos en un mundo de fuertes polarizaciones, donde es complicado crear convergencias. Y el desafío de la cultura es crear una unidad que no aniquile la diversidad, sino que la valorice”. Estas pocas palabras del cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la cultura y la educación, bastan para resumir el sentido del evento “Cultura es comunidad”, promovido por Federculture, asociación que representa a las más importantes empresas culturales italianas, y que tuvo lugar el miércoles 3 de diciembre en el Palacio de Exposiciones de Roma.
Escucha e imaginación
El purpurado centró su “Lectio magistralis” en cuatro palabras que caracterizan el concepto de cultura hoy en día: escucha, imaginación, cuidado y alianza. “La escucha es fundamental porque las categorías del pasado ya no son útiles ante un mundo que está experimentando grandes cambios. La cultura es la capacidad de acoger un mensaje que es vida e historia hoy. Pero la escucha no es suficiente, se necesita imaginación”, recordó el cardenal de Mendonça. “Ante las necesidades, debemos osar a emprender nuevos caminos, explorar nuevas posibilidades”, afirmó el Prefecto, subrayando cómo las actuales posibilidades comunicativas permiten a todos hablar, mientras que se está perdiendo el hábito de escuchar.
Cuidado y alianza
La cultura es una “medicina que cura y restituye la dignidad”, un elemento importante para abrir puertas y favorecer la inclusión, explicó de Mendonça. El cardenal retomó el concepto de cuidado, citando lo que algunos antropólogos consideran el “primer signo de cultura y civilización en la historia”, a saber, “un fémur roto y luego curado”. Una señal – comentó – que confirma cómo, a través del cuidado, se ha pasado del “yo” al “nosotros”. De hecho, el “sentido de comunidad” está estrechamente vinculado a la cultura. Una unión que es favorecida por la cuarta palabra: alianza. Porque “nadie puede afrontar el reto de la educación solo”, especialmente en un contexto donde el mundo está en constante evolución y donde se requiere una fuerte conexión entre cultura y educación.
Tecnofobias, inteligencia artificial y posverdad
El cardenal de Mendonça se refirió luego a las nuevas tecnologías, en particular a la inteligencia artificial, que, explicó, debe entenderse “como un recurso” y a la que “no hay que temer”. “No creo que la tecnofobia sea útil, como también ha recordado el Papa León”, explicó. Las nuevas tecnologías deben, más bien, “albergar creaciones culturales para que puedan promover gramáticas que unan”. Por último, el purpurado se refirió a la llamada “posverdad”, que, explicó, se convierte en una tentación, pero ante la cual “estamos obligados a desarrollar un fuerte sentido crítico, ya que en la apertura y en la búsqueda de la verdad podemos alcanzar la belleza y el bien”.
Detenerse y reflexionar
El evento fue una ocasión “para detenerse y reflexionar sobre el valor de la cultura en sí misma”, explicó Francesco Spanò, director de Federculture, a Vatican News. Precisamente con motivo del Año Santo, pensamos en “pedirle al cardenal Tolentino de Mendonça que profundizara en el tema de la cultura como fundamento de la comunidad, la libertad, la dignidad, el progreso y el desarrollo de la persona”, subrayó Spanò.
El encuentro promovido por Federculture demostró cómo la cultura, lejos de ser un campo para especialistas, sigue siendo una clave de recomposición social, un espacio donde las diferencias pueden convertirse en recursos. En un tiempo de fracturas y algoritmos, la Lectio del prefecto del Dicasterio para la cultura y la educación recordó la responsabilidad de la escucha, la necesidad de imaginación y la fuerza de la alianza. Porque solo una comunidad capaz de cuidar y custodiar puede afrontar los desafíos de un mundo que cambia a la velocidad de la técnica, sin perder de vista lo esencial: la dignidad de cada persona.
Se publicó primero como De Mendonça: La cultura es comunidad, escucha y alianza



