InicioReligiónTanzania, los días de la tragedia. De la paz a la violencia

Tanzania, los días de la tragedia. De la paz a la violencia

-

Comunicado de www.vaticannews.va —

Tras la brutalidad y los abusos que siguieron a las elecciones generales en el país africano, en las que murieron cientos de personas, una mujer comparte sus reflexiones sobre cómo, de un día para otro, pasó de ser un lugar de paz a un lugar dominado por el caos y la ferocidad

Kielce Gussie – Ciudad del Vaticano

Un viaje a Italia para someterse a unas pruebas médicas impidió a Jackie (nombre ficticio) regresar a Tanzania debido a los disturbios que estallaron el día antes de las elecciones generales del pasado 29 de octubre, que sacudieron este país africano, considerado siempre pacífico, pero que, de la noche a la mañana, cambió. Para esta mujer, hablar con los medios de comunicación del Vaticano es una oportunidad para aclarar lo que está sucediendo en este momento, ofreciéndole la posibilidad de «dar voz a quienes protestan, porque no se puede permanecer en silencio».

La rapidez de la violencia

Las elecciones, un momento que a menudo se considera una oportunidad para el cambio y para hacerse oír, se han convertido en un catalizador de violencia en el tranquilo país del este de África. El día antes de las elecciones, de las que quedaron excluidos los dos principales partidos de la oposición, algunos jóvenes comenzaron a protestar pacíficamente. Se calcula que la edad promedio en Tanzania es de unos 18 años, por lo que no es de extrañar que los jóvenes sean el grupo más numeroso que reclama el cambio.

Jackie explica que la base de las protestas era la reivindicación del «derecho a celebrar elecciones regulares y a tener la oportunidad de dialogar con el Gobierno». Según su relato, después comenzaron los disparos. Los jóvenes manifestantes fueron asesinados y la comunidad reaccionó con barricadas, incendios y asaltos a colegios electorales y comisarías.

Pocos días después se impuso el toque de queda en las principales ciudades, y no solo eso. Según el testimonio de Jackie, el ejército comenzó a entrar en las casas y a matar a sus habitantes.

Y la paz no se restableció ni siquiera tras la proclamación de Samia Suluhu Hassan como ganadora de las elecciones, única candidata a la presidencia. Cientos de personas murieron en los enfrentamientos, mientras que el 7 de noviembre un tribunal acusó a más de 200 civiles de traición. En caso de ser declarados culpables, se enfrentan a la pena de muerte. La vida del pueblo de Tanzania cambió en un instante y Jackie advierte sobre la desinformación que circula sobre lo que está sucediendo en el país, donde la propia presidenta declara que la situación es tranquila y que la libertad de expresión sigue existiendo.

Sin embargo, la violencia no llegó de repente. Las tensiones y el miedo habían ido en aumento desde principios de año. La gente, explica la testigo, «se estaba dando cuenta poco a poco de que algo inaceptable estaba sucediendo», con la detención o el asesinato de varios representantes de diferentes partidos políticos.

Sin embargo, la violencia no llegó de repente. Las tensiones y el miedo habían ido creciendo desde principios de año. La gente, explica la testigo, «se estaba dando cuenta, poco a poco, de que algo inaceptable estaba sucediendo», con la detención o el asesinato de varios representantes de diferentes bandos políticos.

La unidad de la Iglesia

Mientras la comunidad sigue afrontando las consecuencias de la votación, Jackie afirma que «no es posible que una persona o una comunidad tomen partido porque se arriesgan a ser asesinados o a desaparecer». Incluso para el clero local, hablar abiertamente equivaldría a una sentencia de muerte.

A pesar de ello, la archidiócesis de Mbeya había convocado, para el 10 de noviembre, un día de oración por los fallecidos y heridos y por sus familias. En su homilía, el arzobispo Jude Thaddeus Rwa’ichi, de la archidiócesis de Dar es Salaam, condenó abiertamente la masacre. Un solo sacerdote nunca podría tomar partido sin correr el riesgo de sufrir graves consecuencias, explica la mujer, pero «si se puede matar a una persona, no se puede eliminar a toda la Iglesia».

El verdadero rostro de Tanzania

En su homilía, el arzobispo Jude Thaddeus Rwa’ichi señaló que lo ocurrido «no refleja en absoluto el verdadero rostro de Tanzania», que antes de las elecciones estaba clasificado como el país más pacífico de África Oriental, según el Índice de Paz Global 2025el Índice de Paz Global de este año, que también lo situaba entre los 12 más pacíficos de África, famoso por su cultura apacible, hasta tal punto que incluso la independencia del dominio británico, en 1961, no se vio salpicada por la violencia, sino sólo por la labor diplomática.

Esta es, subraya Jackie, «la verdadera alma de Tanzania», cuyas aproximadamente 147 tribus, cada una con su lengua y cultura, han sido capaces de coexistir y dialogar. Sin embargo, hoy en día, el panorama político ha dificultado esto. Tanzania está «muy herida» y dividida, explica Jackie.

Dar voz a quienes no la tienen

El llamamiento del Papa a la hora del Ángelus del pasado 2 de noviembre fue muy importante, ya que puso «la voz de los que no son escuchados» en el centro de atención.

El mensaje de León XIV, que exhortó a «evitar toda forma de violencia y seguir el camino del diálogo», fue un signo de esperanza, solidaridad y aliento para un pueblo que vive la violencia.

En un futuro próximo, concluye Jackie, no se puede esperar que haya nuevas elecciones, ya que no se celebrarán. Por lo tanto, habrá que trabajar para reconstruir la confianza de la comunidad, crear posibilidades de cooperación y restablecer los derechos de las personas.

Se publicó primero como Tanzania, los días de la tragedia. De la paz a la violencia

- Publicidad -spot_img

Selección