Comunicado de www.vaticannews.va — ![]()
A continuación, publicamos el prefacio del Cardenal Secretario General del Sínodo de los Obispos al volumen, firmado por el Cardenal Francesco Coccopalmerio, «La Iglesia Sinodal en Movimiento», publicado por la Libreria Editrice Vaticana.
Por Mario Grech
Debemos agradecer al Cardenal Francesco Coccopalmerio su reciente labor editorial. El Documento Final de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que concluyó la fase de celebración e inició la fase de implementación del proceso sinodal 2021-2024, requiere diversas mediaciones para llegar a todos los miembros del santo Pueblo de Dios y así guiar la acogida del camino recorrido, es decir, su apropiación viva y creativa por las comunidades cristianas. El texto que tengo el honor de presentar pretende cumplir precisamente este propósito, revisitando e ilustrando los pasajes más relevantes de dicho documento para que sea accesible a un público amplio, sin olvidar la referencia al documento que lo precedió (el Informe del Sínodo de 2023) y al que lo siguió (las Esbozos para la Fase de Implementación del Sínodo de 2025). El autor tiene en mente —o mejor dicho, en el corazón— especialmente a los miembros de las comunidades parroquiales y, en particular, a los órganos de la sinodalidad parroquial, ante todo al Consejo Pastoral.
Por lo tanto, es deseable que un libro como este llegue a manos de los párrocos y sus colaboradores más cercanos, como una valiosa herramienta para familiarizarse con los frutos y desafíos del proceso sinodal, que no son ni deben permanecer como mera teoría, sino que se materializan en las experiencias concretas de nuestras comunidades, sean pequeñas o grandes. El cardenal Coccopalmerio, si bien opta por un lenguaje accesible y una explicación progresiva, no renuncia a la precisión terminológica ni a la profundidad conceptual. Aprecio también las observaciones críticas que realiza ocasionalmente sobre el Documento Final, por ejemplo, señalando ciertas afirmaciones generales o repeticiones. Cabe recordar, además, que el texto se redactó bajo una considerable presión de tiempo y, en definitiva, resulta casi sorprendente que, en tal contexto, se lograra un borrador final de tal calidad.
Me parece que el texto del Cardenal Coccopalmerio, como en muchas de sus publicaciones anteriores, entrelaza tres áreas de especialización o, si se prefiere, tres preocupaciones principales. La primera, y más inmediata, es pastoral (como subraya el subtítulo): como estudioso de la parroquia e intérprete atento de sus transformaciones contemporáneas, el autor propone herramientas y vías concretas para que las comunidades parroquiales las exploren. La segunda, y fundamental, es teológica: el autor demuestra una comprensión perfecta de los recientes avances en eclesiología, fundamentando su discurso en la forma de Iglesia diseñada por el Concilio Vaticano II, para la cual el proceso sinodal representó una etapa de mayor autoridad en su recepción.
La tercera, e inevitable, es la jurídica: el autor, un reconocido canonista y expresidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, ofrece importantes aclaraciones también en vista de la posible (y deseable) revisión de las normas actuales del Código. En este último sentido, me interesa especialmente destacar las pertinentes reflexiones que desarrolla en torno a la compleja cuestión del voto consultivo y deliberativo. Reiterando una sugerencia ya planteada en estudios anteriores, identifica una posible vía para liberar el voto consultivo —y, por ende, la consulta en la Iglesia— de una concepción minimalista, que afecta al propio Código de Derecho Canónico, de manera que se exalta la corresponsabilidad eclesial de los miembros de la comunidad y se salvaguarda la prerrogativa ministerial del párroco. En cierto sentido, el cardenal Coccopalmerio esboza una vía específicamente católica hacia la deliberación eclesial, digna de atención e implementación. Naturalmente, existen muchas otras maneras de abordar el Documento Final del Sínodo, un documento que, en una decisión histórica por sí misma, el Papa Francisco ha aceptado oficialmente, integrándolo así en el Magisterio ordinario del Sucesor de Pedro.
En efecto, en la actualidad están surgiendo otros estudios que abordan la perspectiva teológica general del texto y, por lo tanto, desarrollan con mayor profundidad sus fundamentos eclesiológicos. Sin embargo, también se necesitan publicaciones con un tono y un formato más accesibles, como esta del Cardenal Coccopalmerio, dirigida no tanto a especialistas como a pastores encargados del cuidado pastoral y a los propios fieles, a menudo abrumados por la abundancia de textos y necesitados de un apoyo acorde con las necesidades de la pastoral cotidiana. Por esta razón, espero sinceramente que este libro tenga una amplia difusión.
Se publicó primero como Grech: Familiarizarse con los frutos y los desafíos del proceso sinodal


