El huracán causó daños generalizados a viviendas, infraestructura y cultivos, y dejó miles de desplazados.
Sin embargo, una amplia preparación por parte de los gobiernos, con la ayuda de agencias de la ONU y otras ONG, parece haber ayudado a disminuir el impacto y salvar vidas en muchas áreas.
En Cuba, el huracán azotó la provincia de Santiago de Cuba con vientos superiores a los 200 kilómetros por hora y seis horas de lluvias torrenciales. “Melissa es uno de los tres huracanes más poderosos jamás registrados en Cuba y el más fuerte a nivel mundial este año”, dijo Francisco Pichón, Coordinador Residente de la ONU para Cuba, durante una conferencia de prensa vía videoconferencia en Nueva York.
“Más de tres millones de personas quedaron expuestas a condiciones que amenazan sus vidas y casi 240 comunidades están aisladas debido a inundaciones y deslizamientos de tierra.”, agregó hablando vía video.
Vulnerabilidades existentes
La tormenta agravó las vulnerabilidades existentes. Muchas zonas afectadas ya habían sufrido el huracán Oscar y los terremotos del año pasado, mientras que la sequía, el aumento de las enfermedades virales y la escasez de energía causaron aún más tensiones.
A pesar de estos desafíos, El sistema de defensa civil de Cuba ayudó a evacuar a más de 77.000 personas a centros de protecciónincluidas escuelas reutilizadas temporalmente como refugios.
El Sr. Pichon destacó el marco de acción anticipatoria de la ONU, que preposicionó suministros y personal de socorro antes de que llegara la tormenta. “Este mecanismo nos permitió responder rápidamente y garantizar que los bienes esenciales llegaran a las personas que más los necesitaban.”, dijo.
Hay planes en marcha para llegar a dos millones de personas en los próximos días, incluida la seguridad alimentaria, la salud, la educación, la vivienda, el agua y el saneamiento, y la logística.
La preparación temprana salva vidas
En Haití, el lento movimiento de la tormenta provocó inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra y graves daños a los cultivos, dijo Gregoire Goodstein, coordinador humanitario interino de la ONU.
«Al menos 24 personas han muerto, 17 resultaron heridas y 18 siguen desaparecidas», informó. Actualmente, unas 15.000 personas se encuentran refugiadas en más de 120 instalaciones temporales.
La preparación temprana ayudó a salvar vidas. «Desplegamos reservas de emergencia, establecimos refugios de evacuación y enviamos 3,5 millones de mensajes de alerta temprana». dijo Goodstein a los periodistas. «Los equipos de respuesta rápida trabajaron junto con las autoridades nacionales para garantizar que las comunidades pudieran evacuar de forma segura», añadió.
Haití enfrenta la tormenta en medio de una crisis humanitaria en curso, con 1,4 millones de personas desplazadas, un hambre generalizada que afecta a la mitad de la población y brotes de cólera en algunas zonas.
Goodstein señaló que el Plan de Respuesta Humanitaria de la ONU actualmente carece de fondos suficientes en un 87 por ciento, lo que pone en riesgo operaciones que salvan vidas.
«Las necesidades humanitarias siguen siendo inmensas y la cooperación internacional es crucial».
La ONU continúa coordinando la asistencia en todo el Caribe, apoyando tanto la ayuda inmediata como los esfuerzos de recuperación a más largo plazo tras el huracán Melissa.

 
                                    

