
«Al menos seis civiles murieron, entre ellos dos niños, y más de 30 personas resultaron heridas» debido a ataques con misiles y drones, subrayó la Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos de la ONU en Ucrania (HRMM) en una publicación en las redes sociales.
Los observadores dijeron que habían visitado un jardín de infancia que había resultado gravemente dañado durante los ataques con aviones no tripulados en la ciudad oriental de Kharkiv, cerca de la frontera con Rusia, y observaron que los 50 niños habían sido evacuados de forma segura.
‘Peligro grave’
«Este incidente es un testimonio de los ataques en curso que utilizan armamento de largo alcance contra áreas residenciales, incluidas instituciones educativas, poniendo a la población civil en grave peligro», publicó el HRMM en X.
El Ministerio de Energía de Ucrania informó que los ataques dañaron la infraestructura en todo el país, provocando apagones de emergencia en muchas regiones. El suministro de energía y agua se vio interrumpido, mientras que los servicios ferroviarios nacionales sufrieron retrasos debido a líneas dañadas.
Mientras la ONU y sus socios continúan brindando ayuda a las comunidades en el terreno cansadas de la guerra, OCAH reiteró un mensaje crucial: los civiles nunca deben ser objetivos.
Ayuda de primera línea
El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, dijo a los corresponsales en Nueva York el miércoles que un convoy humanitario interinstitucional había llegado con éxito a Urozhaine, una comunidad de primera línea habitualmente afectada por bombardeos y ataques con drones.
“Nosotros, junto con nuestros socios, entregamos 11 toneladas métricas de asistencia para unos 1.000 residentes, incluidos alimentos, kits de higiene y dignidad, mantas calientes, lámparas solares y suministros médicos”, destacó.
“Este fue el 24º convoy humanitario que se dirigió este año a las zonas más afectadas de la región de Kherson”.
Aunque las operaciones continúan, el personal humanitario de la ONU enfrenta desafíos crecientes tras el incidente del martes de la semana pasada en el que un convoy de la ONU formado por cuatro camiones de ayuda fue atacado por fuerzas rusas, un crudo recordatorio de los riesgos que enfrentan quienes brindan asistencia vital en el frente.
«Por supuesto, es impactante», dijo el martes el máximo coordinador de ayuda en Ucrania, Andrea de Domenico, en declaraciones a Noticias ONU, señalando que era el primer ataque directo contra un convoy humanitario.
«Después de que sucedió, le dije al equipo que este es uno de los riesgos que tenemos que enfrentar. Nuestros colegas de seguridad de la ONU trabajaron excelentemente con nosotros y fueron muy efectivos para proteger la vida de quienes participaron en esa misión.
«Se necesita mucha determinación, coraje y motivación para seguir haciéndolo, pero eso es lo que es, participar en operaciones humanitarias en una zona de guerra».


