KINGNEWSWIRE / Comunicado de prensa // Valencia, España — Un grupo de más de 100 cienciólogos de Estados Unidos, Italia, México, Hungría, Austria, la República Checa, Alemania y otros países se reunieron a finales de abril para realizar un impactante viaje por las ciudades de Valencia y Alicante, visitando los lugares históricos donde el fundador de su religión, L. Ron Hubbard, caminó y trabajó en su día. Más que una simple visita turística, este evento de cuatro días se convirtió en una peregrinación espiritual y cultural que conectó el pasado y el presente, las creencias y el patrimonio.
España se está convirtiendo rápidamente en un destino destacado para el turismo religioso, no solo por su patrimonio cristiano secular, sino también por los movimientos espirituales contemporáneos cuyas raíces históricas en el país están empezando a atraer la atención mundial. Uno de estos movimientos es la Iglesia de la Cienciología, cuyo fundador, L. Ron Hubbard, pasó una temporada en España en los años 50, 60 y 70. Su presencia ha dejado un legado duradero que hoy inspira peregrinaciones y viajes espirituales a cienciólogos de todo el mundo.
Se está convirtiendo en una tradición que grupos de cienciólogos de todo el mundo viajen a lugares de España donde L. Ron Hubbard vivió, trabajó o pasó. Su itinerario ya ha incluido las Islas Canarias, Sevilla y ahora Valencia, donde se sabe que Hubbard desarrolló parte de su filosofía religiosa durante su etapa marítima. Estos viajeros no son meros turistas; para ellos, se trata de una forma de reconexión espiritual, una manera de seguir los pasos de su fundador y profundizar en la comprensión de sus enseñanzas.
Redescubriendo el papel de Valencia en la historia de la Cienciología
La experiencia comenzó en Valencia, donde los participantes, alojados en el elegante Only YOU Hotel, asistieron a una sesión informativa inaugural sobre la visita de L. Ron Hubbard a la ciudad a finales de la década de 1960. Valencia ocupa un lugar único en la historia de la Cienciología: fue aquí, a bordo del barco Royal Scotman atracado en el puerto de la ciudad, donde se impartieron algunos de los niveles espirituales más elevados de la Cienciología disponibles en ese momento. Fieles de todo el mundo acudieron a estudiar estas enseñanzas avanzadas, y el legado de aquella época sigue resonando profundamente en la Iglesia hoy en día.
A continuación, la visita guiada llevó al grupo por el corazón de Valencia, comenzando por las medievales Torres de Serranos y continuando por las numerosas iglesias emblemáticas y lugares históricos de la ciudad. Para muchos participantes, la arquitectura, la historia y el ambiente vibrante de la ciudad ofrecían un contraste sorprendente con la contemplación interior que suele acompañar a los viajes espirituales.
Celebrando un legado espiritual junto al mar
El segundo día, el grupo se reunió en el restaurante Duna Puerto, en el puerto de Valencia, para almorzar. No se trataba de un lugar cualquiera, ya que el puerto es el mismo lugar donde atracó el Royal Scotman en 1968. Se tomó una foto de grupo para conmemorar este momento tan significativo, en la que los visitantes rindieron homenaje al papel histórico que desempeñó Valencia en el desarrollo de su movimiento.
Esa noche, las celebraciones continuaron en la elegante finca Masía Xamandreu. Un animado programa con bailaores de flamenco y artistas españoles marcó el tono de una velada inolvidable, que se completó con una cena tradicional española.
Alicante y el espíritu de la exploración continua
El domingo, el grupo viajó a Alicante, otra ciudad costera vinculada al viaje del Apollo, que se trasladó allí durante tres meses en 1968. Los participantes visitaron el hotel donde se alojaron muchos scientologists durante ese tiempo y se hicieron una foto de grupo delante del edificio para honrar su papel en la expansión de Scientology.
Tras un almuerzo tradicional en el restaurante La Dársena, en el puerto deportivo, la excursión se trasladó al Castillo de Santa Bárbara, que ofrece unas vistas panorámicas de Alicante y el Mediterráneo. La velada concluyó con una cena en un restaurante con estrella Michelin situado justo debajo del castillo, un final perfecto para un día de reflexión, historia y compañerismo.
Un emotivo final en la Albufera
El último día llevó al grupo al Parque Natural de l’Albufera, al sur de Valencia. En La Barraca del Palmar, una cabaña tradicional valenciana rodeada de naranjos, los asistentes disfrutaron de un almuerzo rústico con una auténtica paella y un momento de tranquila contemplación. El momento más emotivo del día llegó con la llegada de Emilio M., un lugareño que había trabajado como camarero a bordo del Apollo en 1968. Emilio compartió vívidas historias sobre cómo cuidaba la cabina de L. Ronald Hubbard y cómo interactuaba con el capitán durante su estancia de tres meses. Aunque ahora es un anciano, sus recuerdos estaban llenos de calidez y reverencia, y ofrecieron al grupo un poderoso relato de primera mano sobre un momento crucial de su historia.
Turismo religioso en España: más que historia
Eventos como este ponen de relieve el valor más amplio del turismo religioso en España. El país es desde hace mucho tiempo un destino para los viajeros espirituales, desde los peregrinos que recorren el Camino de Santiago hasta los visitantes que exploran las mezquitas moriscas, las catedrales góticas, la Sagrada Familia de Barcelona y, cada vez más, los modernos lugares espirituales vinculados a los nuevos movimientos religiosos.
El turismo religioso enriquece las economías locales y fomenta el entendimiento intercultural, especialmente cuando visitantes como estos cienciólogos se involucran con el patrimonio histórico y cultural de España mientras profundizan en su propio camino de fe.
Trabajo humanitario en Valencia, España
Los peregrinos internacionales de Cienciología también fueron informados del impacto que tuvieron sus donaciones y las de sus correligionarios locales en la última catástrofe que azotó Valencia a finales de 2024 y principios de 2025. Un ejemplo claro de este compromiso se vio durante la devastadora tormenta DANA (inundaciones incontroladas) que azotó Valencia en octubre de 2024. Cuando las lluvias torrenciales provocaron graves inundaciones y trastornos en toda la región, los Ministros Voluntarios de Cienciología, identificables por sus camisetas amarillas brillantes, se movilizaron rápidamente en coordinación con las organizaciones de rescate locales e internacionales.
En colaboración con el renombrado equipo mexicano de búsqueda y rescate «Los Topos», los Ministros Voluntarios prestaron apoyo en las zonas más afectadas de Valencia y sus alrededores. Su trabajo consistió en retirar escombros, ayudar a los residentes de edad avanzada, distribuir suministros y proporcionar apoyo espiritual a las personas traumatizadas por el suceso. Su presencia fue destacada en diversos informes de la prensa y la comunidad local, y elogiada por los ciudadanos afectados, que vieron en ellos una fuerza fiable y solidaria en medio de la catástrofe.
Más allá de este evento específico, los Ministros Voluntarios continúan prestando servicio en diversas iniciativas humanitarias en toda España, manteniendo su lema: «Se puede hacer algo al respecto». Ya sea ofreciendo ayuda a las comunidades durante las crisis o asistiendo a las personas en sus retos cotidianos, su papel como expresión activa de los valores de Scientology se reflejó a lo largo de toda la peregrinación, ya que muchos asistentes compartieron relatos personales de su propio servicio como Ministros Voluntarios.
Un viaje grabado en la memoria
Al concluir la gira, los participantes se marcharon con algo más que fotografías y recuerdos. Llevaban consigo un renovado aprecio por las raíces espirituales de su movimiento, un sentido de comunidad global y profundos recuerdos de los lugares y las personas que dieron forma a su fe. Al recorrer los pasos de L. Ronald Hubbard por Valencia y Alicante, no solo honraron la historia, sino que la hicieron revivir.