Esto es según el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PAM), cual anuncio El martes intensificó sus esfuerzos para proporcionar ayuda a más de 210.000 personas desplazadas por la violencia después de que una nueva ofensiva del grupo armado M23 reiniciara las hostilidades a principios de este mes.
«Esta crisis alimentaria corre el riesgo de empeorar si no se toman medidas urgentes», dijo Cynthia Jones, directora del PMA para la República Democrática del Congo.
Añadió que incluso las familias que albergaron a quienes se vieron obligados a huir ya viven en niveles de emergencia de inseguridad alimentaria, «compartiendo sus últimos alimentos con los vecinos desplazados, acercándolos a todos a la desesperación total».
Privados de agua y medicinas
Desde que estalló la violencia en Kivu del Sur, las instalaciones sanitarias han sido saqueadas, no hay medicamentos disponibles y las escuelas permanecen cerradas. Las comunidades afectadas se ven privadas de agua potable, atención médica y medios de vida. La educación se ha visto gravemente afectada y más de 391.000 niños no van a la escuela, según el PMA.
Como resultado, muchos también han huido a países vecinos en busca de comida y refugio. Los equipos apoyan a 71.000 recién llegados de la República Democrática del Congo a Burundi y a 1.000 a Ruanda, con comidas calientes.
La falta de financiación amenaza la ayuda
El PMA está tratando de llegar a las familias desplazadas más vulnerables y a las comunidades de acogida en Kivu del Sur con un paquete de supervivencia de cereales, legumbres, aceite vegetal, sal yodada y nutrición especializada para prevenir la desnutrición en niños pequeños y mujeres embarazadas o lactantes.
Aunque ya hay provisiones de alimentos en la zona de conflicto, la agencia dice que está buscando urgentemente 67 millones de dólares para continuar la ayuda durante tres meses a quienes se vieron obligados a huir de la República Democrática del Congo y 350 millones de dólares para mantener las operaciones de todos los programas en el país.
«Sin apoyo urgente y financiación adicional, no podemos responder a una crisis que está al borde de una catástrofe alimentaria», afirmó la señora Jones.
Publicado anteriormente en Almouwatin.
