Comunicado de www.vaticannews.va — 
Los prelados invitan a sus comunidades a vivir un Adviento activo, marcado por la oración, la reconciliación y la caridad: “Que sea para todos nosotros un tiempo libre de violencia y crimen, una temporada de corazones tranquilos y comunidades pacíficas”
Alvaro Vargas Martino – Ciudad del Vaticano
Con ocasión del Adviento 2025, los obispos de las Antillas han enviado mensajes a sus comunidades, invitando a vivir un tiempo de reflexión, preparación y esperanza activa, un momento para consolidar la vida comunitaria y asumir con responsabilidad la misión de ser luz y guía en la sociedad, informa ADN Celam.
El obispo John Persaud, Administrador Apostólico de la Diócesis de Montego Bay, exhorta a los fieles a asumir la esperanza como motor de vida, incluso ante las señales de violencia y destrucción en el mundo. “Estamos llamados a ser esperanza y a vivir la esperanza”, indica Monseñor Persaud, subrayando que este tiempo de Adviento es una invitación a vivir el sueño de Dios, es decir, un mundo de justicia, paz y amor, donde las palabras y acciones reflejen cuidado y solidaridad por los demás: “Mucha gente vive en la oscuridad sin poder y agua, pero podemos ser luz y agua viva para ellos”.
En su mensaje, Monseñor Persaud resalta la enseñanza del Papa León XIV sobre la lógica de la pequeñez: “El reino de Dios no se impone con despliegues de poder, sino que crece como la más pequeña de todas las semillas plantadas en la tierra (Mc 4,31)”. Esta perspectiva representa la verdadera fuerza de la Iglesia, que no depende de recursos, estructuras o influencia social, sino de la luz del Cordero y del Espíritu Santo, recalca el obispo, quien también recuerda la advertencia que hizo el Papa Francisco en su homilía en Santa Marta el 3 de diciembre de 2019: “Una comunidad cristiana en la que los fieles, sacerdotes y obispos no sigan el camino de la pequeñez no tiene futuro”. Este camino se traduce en acciones: palabras amables, gestos de cuidado, y la disposición a compartir desde lo poco que tenemos, resaltó el prelado.
Por su parte, el arzobispo Gabriel Malzaire, de la Arquidiócesis de Castries, recuerda que el Adviento es un tiempo sagrado de espera, anhelo y conversión, un tiempo que “nos invita a preparar nuestros corazones para la venida del Señor, tanto su nacimiento en la historia como su regreso en gloria”, y hace un llamado a las comunidades a vivir un Adviento activo, marcado por la oración, la reconciliación y la caridad: “Que este Adviento sea para todos nosotros un tiempo libre de violencia y crimen, una temporada de corazones tranquilos y comunidades pacíficas”.
Ambos obispos coinciden en que la celebración del Adviento en las Antillas es una oportunidad para fortalecer la vida comunitaria y asumir la misión de la Iglesia desde la humildad y la esperanza, destaca ADN Celam, precisando que los dos prelados llaman a los fieles a participar activamente en sus parroquias, familias y comunidades, reconociendo que cada cristiano puede ser un instrumento de luz, agua viva y transformación social.
Se publicó primero como Obispos de las Antillas: Asumir la misión de ser luz y esperanza en la sociedad
