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El Santo Padre envió un mensaje a los Delegados Diocesanos de Patrimonio Cultural del Perú, reunidos en su X Encuentro del 11 al 12 de diciembre, destacando que el arte y las obras eclesiales dan testimonio del «Transitus Domini».
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
El Papa León XIV dedicó un mensaje a los Delegados Diocesanos de Patrimonio Cultural de las Diócesis del Perú, con motivo de su X Encuentro de Responsables de Bienes Culturales, celebrado de manera virtual, a través de la plataforma Zoom, del 11 al 12 de diciembre de 2025.
En su misiva, difundida por el Episcopadoel Santo Padre saludó a los participantes, mencionando que conoce bien el evento, ya que lo organizó durante su presidencia de la Comisión Episcopal de Educación, Cultura y Patrimonio Cultural de la Conferencia Episcopal Peruana.
La actividad tuvo como lema “El arte debe hacer perceptible, más que las palabras, el misterio de Dios”, palabras expresadas por San Juan Pablo II en la carta a los artistas del 4 de abril de 1999. Con este lema, los asistentes reflexionaron sobre el patrimonio cultural de la Iglesia, que “no es solo una colección de objetos o monumentos, sino una expresión viva de la fe del Pueblo de Dios a lo largo del tiempo”, escribió la CEP en la invitación al evento. “Cada obra, cada templo, cada signo visible ha nacido del deseo humano de acercarse al misterio divino”.
Formación continua, tecnología y evangelización
El Pontífice aprovechó la ocasión de esta reunión de formación e intercambio de experiencias para retomar su reciente Carta Apostólica, «Trazando nuevos mapas de esperanza»publicada en el sexagésimo aniversario de la Declaración Conciliar sobre la Educación Cristiana, La educación es muy importante.. Acotó que muchos pasajes de dicho texto, aunque destinados principalmente a universidades y escuelas, son adecuados para este tipo de encuentros.
El Papa abogó por la formación continua de los profesionales en todos los ámbitos disciplinarios, consistente en una «disposición a aprender y desarrollar conocimientos, y a renovar y actualizar metodologías». Esta formación y actualización son particularmente importantes en la protección, conservación y valorización del patrimonio cultural, donde las metodologías tradicionales se combinan cada vez más con las nuevas tecnologías, incluida la Inteligencia Artificial. Enfatizó la necesidad de usar estas herramientas con confianza en su gran potencial, pero con cautela para no ser dominados por ellas.
León XIV también profundizó en el cuidado de no caer en la iluminación de una fides que se ajuste exclusivamente a la relación. Argumentó que trabajar con el patrimonio cultural es una labor eminentemente eclesial y evangelizadora, que se realiza no a través de palabras y dialéctica, sino a través de las obras de arte y el patrimonio cultural que tienen la capacidad de dar testimonio del «paso del señor» en el mundo y de la fe de la Iglesia.
Recordando las palabras de San Gregorio Magno al Obispo Sereno de Marsella, el Santo Padre insistió en que «lo que la escritura ofrece a quien lee, la pintura lo ofrece a quien no sabe leer, porque en ella los ignorantes ven aquello a lo que deben conformarse, en ella leen quienes no saben leer; por lo tanto, la pintura es verdaderamente como la lectura para el pueblo». En un mundo donde el conocimiento de la Sagrada Escritura y la cultura religiosa han disminuido considerablemente incluso entre los fieles, el patrimonio cultural puede constituir una herramienta importante para anunciar el Evangelio.
Además, el patrimonio es a menudo fuente de apego afectivo e identitario en las comunidades, citando el caso de la devoción peruana del Señor de los Milagros, cuya imagen del Cristo morado del siglo XVII tuvo la alegría de bendecir el pasado 19 de octubre en la Plaza de San Pedro.
Desafíos técnicos y la necesidad de inventario
El Pontífice se refirió a las cuestiones más técnicas, animando a los delegados a no desanimarse ante los desafíos que plantea la gestión del patrimonio cultural, “en un momento en que los recursos económicos son escasos y las Iglesias deben abordar con acierto otras cuestiones urgentes y vitales”.
En este escenario, el Papa destacó la importancia de la colaboración entre la Iglesia y el Estado en el ámbito de la protección del patrimonio cultural, siempre que sea posible.
Sin embargo, hizo hincapié en que también es conveniente que la Iglesia garantice de forma independiente un conocimiento preciso de su patrimonio. Esto debe lograrse mediante el inventario y la catalogación sistemáticos de bienes muebles e inmuebles utilizando métodos informáticos. Dicha tarea, planteó el Sucesor de Pedro, es fundamental para planificar su conservación y restauración, y para prevenir robos, enajenaciones ilícitas o su destrucción por fenómenos naturales.
Al concluir, el Obispo de Roma felicitó a los responsables diocesanos del patrimonio cultural por su labor, a menudo oculta e infructuosa, impulsada por una gran pasión y amor por la Iglesia y su historia. Les impartió cordialmente su bendición desde el Vaticano, el 11 de diciembre de 2025, memoria de San Dámaso.
Se publicó primero como León XIV: El patrimonio cultural es una herramienta clave para la humanidad


