Lo esencial para la supervivencia en la ciudad que fue invadida por combatientes paramilitares en octubre ha sido “completamente destruido”advirtieron los humanitarios de la ONU el viernes.
«Lo poco que se sabe hasta el momento sobre las condiciones actuales en El Fasher es realmente espantoso», afirmó Ross Smith, Director de Preparación y Respuesta a Emergencias del Programa Mundial de Alimentos (PMA). «Sabemos que hay entre 70.000 y 100.000 personas potencialmente atrapadas dentro de la propia ciudad».
Los combatientes de las Fuerzas Paramilitares de Apoyo Rápido, que están en guerra con el ejército sudanés desde abril de 2023, invadieron El Fasher, la capital regional de Darfur del Norte, en octubre, después de un asedio de 500 días.
Esa terrible experiencia redujo a la gente a comer cáscaras de maní y alimento para animales, advirtió en ese momento la oficina de derechos humanos de la ONU, mientras que imágenes satelitales mostraban manchas de sangre de asesinatos masivos de civiles y ejecuciones basadas en el origen étnico.
Acuerdo de acceso
Asegurar el acceso de los equipos de ayuda sigue siendo una prioridad urgente, insisten las agencias humanitarias, en medio de apagones de la red que han cortado en gran medida la comunicación con quienes permanecen dentro de El Fasher.
Los testimonios de los supervivientes «describen la ciudad como una escena de crimen con matanzas en masa, cuerpos quemados y mercados abandonados», explicó Smith.
«Pedimos y seguimos pidiendo un acceso sin obstáculos a El Fasher para responder urgentemente a quienes siguen atrapados en la ciudad», subrayó el funcionario del PMA.
«De las conversaciones de ayer tengo entendido que tenemos un acuerdo de principio con las Fuerzas de Apoyo Rápido sobre un conjunto de condiciones mínimas para entrar en la ciudad; por lo tanto, anticipamos poder hacerlo muy pronto, para realizar algunas evaluaciones y reconocimientos iniciales. Después de más de un año y medio bajo asedio, los elementos esenciales para la supervivencia han sido completamente destruidos».
Una ciudad desierta se convierte en un campo de desplazados internos «enorme»
El Sr. Smith señaló que quienes lograron huir de El Fasher arriesgaron sus vidas en caminos “llenos de minas” y municiones sin detonar.
Muchos han encontrado refugio en Tawila, hasta hace poco una pequeña ciudad en el desierto, pero que ahora es “un asentamiento de desplazamiento masivo y en expansión” para más de 650.000 personas, lo que equivale al tamaño de Luxemburgo. Otros han buscado seguridad en Ad Dabbah, en el estado del Norte.
Mientras los equipos de ayuda y socios de la ONU continúan presionando para que todos los necesitados tengan acceso, los convoyes apoyados por el PMA están “en camino a Tawila, con suficiente para 700.000 personas para el próximo mes”, dijo Smith.
«Estas son familias que han soportado hambrunas durante muchos meses y atrocidades masivas y ahora viven en condiciones de hacinamiento con un apoyo muy limitado. No hay suficiente refugio para las personas, muchas se alojan en estructuras muy improvisadas: pasto, estructuras de paja, etcétera. El cólera y los brotes de enfermedades están generalizados».
12 millones de personas desplazadas
Sudán es la mayor crisis de desplazamiento del mundo, con más de 12 millones de personas desarraigadas dentro y fuera del país.
Mientras tanto, una preocupante actualización de la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, confirmó el viernes que la situación de seguridad en la cercana Kordofán se ha deteriorado aún más desde el 1 de diciembre.
Después de una semana de intensos combates, las RSF supuestamente tomaron el control de una base de las Fuerzas Armadas Sudanesas en Babanusa, Kordofán Occidental.
En Kordofán del Sur, “los civiles siguen atrapados en ciudades sitiadas como Kadugli y Dilling, y mientras las mujeres, los niños y los ancianos encuentran formas de escapar, los hombres y los jóvenes a menudo quedan atrás debido a los altos riesgos específicos que enfrentan a lo largo de las rutas de vuelo, como la detención por parte de grupos armados por su supuesta afiliación con las partes en el conflicto”, dijo ACNUR.
Los últimos datos apuntan a más de 40.000 personas desplazadas de Kordofán del Norte desde el 18 de noviembre. «ACNUR, a través de socios en el terreno, está respondiendo a las necesidades urgentes de los desplazados, pero el acceso sigue siendo difícil y los recursos son críticamente bajos», afirmó.
