
Dirigiéndose a los embajadores, la ministra de Asuntos Exteriores de Finlandia, Elina Valtonen, que actualmente preside la OSCE de 57 naciones, describió el conflicto como el desafío más grave a la seguridad europea en décadas y un asalto directo a los cimientos del orden internacional basado en reglas.
«La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania es la guerra más grande y más larga en Europa desde la Segunda Guerra Mundial», dijo. “En Ucrania, Rusia está violando el Carta de la ONU y cada uno de los principios de Helsinki”.
La Sra. Valtonen rastreó esos principios hasta el Acta Final de Helsinki de 1975, un acuerdo de la era de la Guerra Fría firmado por Estados Unidos, la Unión Soviética y las naciones europeas que sentó las bases para la cooperación en materia de seguridad. El acuerdo afirmó, entre otros puntos, el respeto a las fronteras, la integridad territorial, el no uso de la fuerza y los derechos humanos fundamentales.
“La forma en que termine esta guerra determinará decisivamente el futuro de la paz y la estabilidad no sólo en Europa, sino en todo el mundo”, advirtió Valtonen, instando a que se continúe el apoyo internacional a Ucrania para lograr “una paz justa y duradera”.
La diplomacia regional es crucial
También destacó la importancia de la cooperación entre la OSCE y las Naciones Unidas, señalando que su asociación permite que la diplomacia regional refuerce la Consejo de SeguridadEl papel global de
«La cooperación multilateral basada en el derecho internacional puede y debe ser la base de la paz y la seguridad internacionales. Esto es también lo que esperan los países y pueblos de todo el mundo», afirmó.
Según el Capítulo VIII de la Carta de la ONU, se alienta a las organizaciones regionales como la OSCE a ayudar a prevenir y resolver conflictos antes de que lleguen al Consejo de Seguridad, añadió, y describió dicha asociación como esencial para la paz y la estabilidad.
Centrarse en la rendición de cuentas
La rendición de cuentas, añadió, ha seguido siendo fundamental para la presidencia finlandesa de la OSCE, incluido el tratamiento de la deportación ilegal de niños ucranianos. A través del Programa de Apoyo de la OSCE para Ucrania, la organización ha ayudado a registrar a niños desaparecidos y apoyar su rehabilitación.
Más allá de Ucrania, destacó el compromiso regional más amplio de la OSCE. En Moldavia reafirmó su apoyo al proceso de solución de Transnistria y en el Cáucaso Meridional acogió con agrado los avances entre Armenia y Azerbaiyán.
También destacó el compromiso en Georgia, Asia Central y el sudeste de Europa, incluido el apoyo al orden constitucional de Bosnia y Herzegovina, el diálogo social en Serbia y los esfuerzos para resolver la crisis política e institucional de Kosovo.


