Comunicado de www.vaticannews.va — ![]()
Al menos 10 muertos y más de 140.000 civiles que huyen a causa de los combates en la frontera en disputa entre los dos países del sudeste asiático. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, insta a renovar el “compromiso por el alto el fuego y a utilizar todos los mecanismos de diálogo para encontrar una solución” a la crisis. En octubre se había firmado una tregua con la mediación de la Casa Blanca tras tensiones similares en verano, que provocaron 43 víctimas
Giada Aquilino – Ciudad del Vaticano
«Evitar una nueva escalada» entre Tailandia y Camboya, tras la última del verano pasado. Este llamamiento del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, llega en un momento en que ha vuelto a estallar la tensión entre los dos países del sudeste asiático, con nuevos enfrentamientos en la frontera que hasta ahora han causado al menos 10 muertos, mientras más de 140.000 civiles huyen de la violencia. Guterres también insta a renovar el «compromiso por el alto el fuego y a utilizar todos los mecanismos de diálogo para encontrar una solución duradera a la controversia por medios pacíficos».
Los nuevos enfrentamientos y las acusaciones recíprocas
Los combates comenzaron el domingo y se intensificaron ayer en varios puntos a lo largo de los aproximadamente 820 kilómetros de frontera común. Desde ese momento, Bangkok y Phnom Penh siguen intercambiando acusaciones sobre quién inició los enfrentamientos y lanzó ataques contra la población civil. El Gobierno de Tailandia ha autorizado nuevas operaciones militares ante la escalada y el portavoz del ejército, Winthai Suvaree, ha declarado que los ataques se han dirigido contra infraestructuras militares camboyanas en represalia por un ataque anterior que provocó la muerte de un soldado tailandés, alcanzado por disparos procedentes del otro lado de la frontera, y dejó heridos a otros cuatro. «El objetivo eran las posiciones de apoyo a las fuerzas de Camboya en la zona del paso de Chong An Ma», precisó. La versión de Phnom Penh es diferente, pues sostiene que las fuerzas tailandesas lanzaron ataques en las provincias de Preah Vihear y Oddar Meanchey, mientras que sus tropas no habrían reaccionado. El primer ministro tailandés, Anutin Charnvirakul, declaró que su país «nunca ha iniciado una guerra ni una invasión, pero no tolerará una violación de su soberanía», sin descartar nuevas operaciones militares «en caso de necesidad». Por su parte, el primer ministro camboyano, Hun Manet, aseguró que Phnom Penh «respeta la soberanía y la integridad territorial» de sus vecinos, «pero no permitirá que se viole la suya».
La crisis del verano pasado
El nuevo estallido de los combates sigue a la escalada de finales de julio, que provocó en pocos días 43 víctimas y 300.000 desplazados, antes de que entrara en vigor una tregua firmada en Kuala Lumpur, mediada por Estados Unidos, China y Malasia. En octubre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una declaración conjunta entre los dos países, promoviendo nuevos acuerdos comerciales con Bangkok y Phnom Penh, tras la aceptación de una prórroga del alto el fuego. Sin embargo, Tailandia suspendió el acuerdo el mes pasado, debido a una supuesta explosión de una mina que hirió a varios soldados. Las tensiones se recrudecieron de inmediato, y Phnom Penh denunció el asesinato de un civil. La disputa se centra en un desacuerdo que dura desde hace siglos sobre las fronteras trazadas durante el periodo colonial francés en la región, ya que ambos países reclaman algunos templos situados a lo largo de la frontera.
En las últimas horas se han multiplicado los llamamientos, en particular por parte de Estados Unidos y China, a poner fin a las hostilidades, dar muestras de moderación y volver a aplicar el acuerdo de alto el fuego.
Se publicó primero como Aumenta número de víctimas de enfrentamientos entre Tailandia y Camboya


