El presupuesto –aprobado el martes por los 193 miembros de la Asamblea General– autoriza 3.450 millones de dólares para el próximo año, que cubren los tres principales pilares de trabajo de la Organización: paz y seguridad, desarrollo sostenible y derechos humanos.
El presupuesto refleja en gran medida la reducción propuesta por el Secretario General del 15 por ciento en los recursos financieros y casi el 19 por ciento en los niveles de personal.
El presupuesto regular financia las actividades centrales de la ONU, incluidos los asuntos políticos, la justicia y el derecho internacionales, la cooperación para el desarrollo regional, los derechos humanos, los asuntos humanitarios y la información pública.
Está separado del presupuesto para las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, que opera según un ciclo presupuestario del 1 de julio al 30 de junio, mientras que el presupuesto regular sigue el año calendario.
Consenso tras intensas negociaciones
Dirigiéndose a los delegados mientras la Quinta Comisión –el principal órgano administrativo y presupuestario de la Asamblea– concluía las negociaciones, el Contralor de la ONU, Chandramouli Ramanathan, elogió a la Comisión por liderar un proceso complejo y comprimido hasta su conclusión oportuna.
“Ha sido un año de desafíos”, dijo, señalando que a la Secretaría se le había encomendado la tarea de elaborar un presupuesto integral en menos de seis semanas, producir cientos de cuadros y responder miles de preguntas de los órganos de supervisión y los Estados miembros.
Destacó que, a pesar de las negociaciones a menudo difíciles, el Comité había llegado una vez más a un acuerdo por consenso, característico del proceso presupuestario. «Esto es algo extraordinario que no debe subestimarse», dijo a los delegados.
Los desafíos por delante
De cara al futuro, el Contralor advirtió que la aprobación del presupuesto marca el comienzo –no el final– de una fase de implementación exigente.
Para el 1 de enero de 2026, dijo, se eliminarán 2.900 puestos, mientras que ya se han concretado más de 1.000 salidas de personal, lo que requerirá una gestión cuidadosa para garantizar que el personal afectado siga recibiendo sus salarios y beneficios durante la transición.
Ramanathan también acogió con satisfacción lo que describió como un nivel récord de posibles anticipos de los Estados miembros para el presupuesto de 2026 y pidió que se siguiera pagando puntualmente las contribuciones señaladas.
Publicado anteriormente en Almouwatin.


