Comunicado de www.vaticannews.va — ![]()
En la solemnidad de Todos los Santos, hoy 1 de noviembre, el Papa León XIV presidió la Santa Misa en la plaza de San Pedro con motivo del Jubileo del Mundo Educativo y proclamó a San John Henry Newman como Doctor de la Iglesia. El Pontífice subrayó que en el centro de los itinerarios educativos deben estar personas de carne y hueso, especialmente aquellas que parecen no producir, según los parámetros de una economía que excluye y mata.
noticias del vaticano
“Brillen hoy como haces de luz en el mundo”: fue la invitación del Papa León XIV a los educadores y a las instituciones educativas, en la homilía de la misa con motivo del Jubileo del Mundo Educativo, celebrada en la plaza de San Pedro, en la Solemnidad de Todos los Santos, durante la cual el Pontífice proclamó a san John Henry Newman «Doctor de la Iglesia».
En esta solemnidad de Todos los Santos, es una gran alegría inscribir a san John Henry Newman entre los doctores de la Iglesia y, al mismo tiempo, con motivo del Jubileo del Mundo Educativo, nombrarlo copatrono, junto con santo Tomás de Aquino, de todas las personas que forman parte del proceso educativo
Dirigiéndose a los miles de fieles, romanos y peregrinos llegados de distintas partes del mundo y ante la presencia de la delegación oficial de la Iglesia de Inglaterra, encabezada por el arzobispo de York Stephen Cottrell, el Pontífice evidenció la “imponente estatura cultural y espiritual” del teólogo y cardenal inglés, “fuente de inspiración para las nuevas generaciones “con un corazón sediento de infinito”.
Escuelas y universidades, «laboratorios de profecía»
El Pontífice se refirió a la vida de los santos que demuestra que es posible vivir con pasión y esperanza en medio de la complejidad del presente, sin dejar de lado el mandato apostólico de “brillar como haces de luz en el mundo” porque “el amor cristiano es profético, hace milagros” (cf. Exhort. ap. te amaba120). Recordando que el Jubileo “es una peregrinación en la esperanza”, destacó como en el campo educativo “la esperanza sea una semilla indispensable”. Y añadió:
Cuando pienso en las escuelas y en las universidades, las considero como laboratorios de profecía, en donde la esperanza se vive, se manifiesta y se propone continuamente.
Reflexionando sobre Evangelio de las Bienaventuranzas proclamado hoy, destacó como éstas traen consigo una nueva interpretación de la realidad y son “el camino y el mensaje de Jesús educador”. A primera vista – añadió – parece imposible declarar bienaventurados a los pobres, a aquellos que tienen hambre y sed de justicia, a los perseguidos o a los trabajan por la paz. Pero, aquello que parece inconcebible en la gramática del mundo, se llena de sentido y de luz en la cercanía del Reino de Dios.
Las Bienaventuranzas, sin embargo, no son una enseñanza más, son la enseñanza por excelencia. Del mismo modo, el Señor Jesús no es uno entre tantos maestros, sino el Maestro por excelencia. Más aún, es el Educador por excelencia.
La educación luz que guía
Inspirado en el conocido himno de Newman Plomo, amable luz (Guíame, Luz amable), el Santo Padre señaló que la educación debe ofrecer esa luz que guía a quienes se encuentran atrapados en las sombras del pesimismo y el miedo. “Desarmemos las falsas razones de la resignación –pidió– y difundamos las grandes razones de la esperanza”.
El Pontífice animó a hacer de las escuelas, universidades y espacios educativos “umbrales de una civilización del diálogo y la paz”, reflejo de la enorme muchedumbre “de todas las naciones, familias, pueblos y lenguas” de la que habla el libro del Apocalipsis.
Cada persona tiene una misión
León XIV recordó uno de los pensamientos más célebres de Newman: “Dios me ha creado para realizar un servicio determinado. Me ha encomendado una obra que no ha confiado a otro”. En estas palabras –dijo– encontramos expresado de manera espléndida “el misterio de la dignidad de cada persona humana y también el de la variedad de los dones distribuidos por Dios”
“La vida no se ilumina no porque seamos ricos, bellos o poderosos. Se ilumina cuando uno descubre en su interior esta verdad: Dios me ha llamado, tengo una vocación, tengo una misión, mi vida sirve para algo más grande que yo mismo. Cada criatura tiene un papel que desempeñar”.
La educación, camino de santidad
En la parte final de su homilía, el Papa destacó que la educación, desde la perspectiva cristiana, “ayuda a todos a ser santos”. Recordó que el Papa Benedicto XVI, al beatificar a Newman en 2010, invitó a los jóvenes a la santidad, porque “Lo que Dios desea más que nada para cada uno de vosotros es que os convirtáis en santos”.
“El llamado a la santidad –añadió León XIV– es universal, y las Bienaventuranzas trazan ese camino personal y comunitario hacia la plenitud”. Y finalmente, concluyó su mensaje evocando a San Agustín, tan querido por Newman: “Somos compañeros de escuela con un solo Maestro, cuya escuela y cátedra están en la tierra y en el cielo respectivamente”.
Se publicó primero como El Papa: Hagan de las escuelas los umbrales de una civilización del diálogo y la paz


