Para 2026, la asombrosa cifra de 318 millones de personas enfrentarían niveles críticos de hambre o algo peor, más del doble de la cifra registrada en 2019, informó la agencia alimentaria en su Perspectiva Global 2026.
El apoyo internacional a las personas más hambrientas del mundo es «lento, fragmentado y insuficientemente financiado», lo que significa que muchos de los que viven en las zonas conflictivas del mundo probablemente no podrán recibir suficiente ayuda el próximo año, subrayó. PMA.
Mujeres participantes de un programa de seguridad alimentaria y medios de vida clasifican berenjenas recién recolectadas en Cox’s Bazar, Bangladesh.
“Los más pobres pagan el precio máximo”, afirmó Amina MohammedVicesecretario General de la ONU. “Cuando los elefantes pelean, es la hierba la que sufre”, añadió, citando un proverbio africano que se utiliza a menudo para transmitir la idea de que cuando naciones, organizaciones o individuos poderosos entran en conflicto, son los débiles o inocentes los que llevan la peor parte del sufrimiento.
En todo el mundo, esa “hierba” (los civiles inocentes de Sudán, Gaza, Haití, Yemen, el Sahel, la República Democrática del Congo y tantos otros lugares) están sufriendo sin medida.
Las familias están pagando el precio de guerras que no comenzaron y de decisiones tomadas en salas donde nunca se escuchan sus voces, afirmó el subjefe de la ONU.
El PMA, un salvavidas fundamental
«El PMA proporciona un salvavidas fundamental a las personas que se encuentran en las primeras líneas de conflictos y desastres climáticos, así como a quienes se ven obligadas a abandonar sus hogares, y estamos transformando la forma en que trabajamos para invertir en soluciones a largo plazo para abordar la inseguridad alimentaria», dijo la Directora Ejecutiva del PMA, Cindy McCain.
En 2026, la agencia planea ayudar a 110 millones de personas vulnerables a un costo estimado de $13 mil millones, proporcionando alimentos de emergencia, apoyo nutricional, programas de resiliencia comunitaria y asistencia técnica para fortalecer los sistemas nacionales.
«El mundo está lidiando con hambrunas simultáneas en Gaza y partes de Sudán. Esto es completamente inaceptable en el siglo XXI», subrayó la señora McCain.
«En todo el mundo, el hambre está cada vez más arraigada. El PMA ha demostrado una y otra vez que las soluciones tempranas, eficaces e innovadoras pueden salvar y cambiar vidas, pero necesitamos desesperadamente más apoyo para continuar con esta labor vital».
Invertir en la adaptación al clima, promover la paz y apoyar los mercados locales, garantizando al mismo tiempo que las mujeres y los jóvenes tengan propiedad y poder de toma de decisiones, se encuentran entre las prioridades clave para acabar con el hambre en el mundo, dijo Amina Mohammed.
