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Para la UE, invertir en armas ahora es “sostenible”. La denuncia de Banca Etica

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Comunicado de www.vaticannews.va — Para la UE, invertir en armas ahora es “sostenible”. La denuncia de Banca Etica

La Unión Europea ha autorizado el primer fondo europeo que invierte explícitamente en armas a concentrarse exclusivamente en empresas del sector de la defensa. Andrea Baranes, analista de la Fundación Finanzas Éticas, lanza un llamado a los inversores: “Hay que informarse; la palabra más importante es transparencia”.

Stefano Leszczynski – Ciudad del Vaticano

Con motivo del 101º Día Mundial del Ahorro, el Grupo Banca Etica vuelve a recordar cuál debería ser la verdadera misión de las finanzas éticas: dirigir los recursos del ahorro hacia cadenas productivas que generen valor social y ambiental, como la economía solidaria, las empresas responsables y los proyectos que promueven la inclusión y la protección de los ecosistemas.
“El objetivo de una buena gestión financiera es servir al bienestar colectivo canalizando el capital hacia fines constructivos”, escribe Aldo Soldi, presidente de Banca Etica. Sin embargo, en la práctica, las instituciones parecen empeñadas en desviar cantidades cada vez mayores de dinero hacia la industria armamentística, tanto desde la financiación pública —con el plan ReArm Europe, de 800 mil millones de euros— como desde la privada.

Una paradoja ética

“Están vaciando de sentido la palabra sostenibilidad”, denuncia Andrea Baranes, analista de la Fundación Finanzas Éticas. “El proceso que la Unión Europea inició hace más de diez años para definir qué actividades podían considerarse sostenibles se ha ido debilitando poco a poco”.
El resultado: un fondo que invierte de manera explícita en armas ha sido autorizado por la UE a clasificarse como “sostenible”.

Y no se trata de un fondo que invierte en múltiples sectores con una pequeña parte destinada al armamento, aclara Baranes, sino de uno centrado exclusivamente en empresas del sector de la defensa.
Es cierto que el fondo excluye a compañías que fabrican minas antipersona, armas químicas o biológicas, o uranio empobrecido, pero el hecho no deja de ser significativo.

Según una investigación de Bloomberglos fondos que invierten en sectores vinculados a la seguridad han crecido un 50%, pasando de 1.339 en 2022 a más de 2.000 en la actualidad. Todos ellos, clasificados como fondos “sostenibles” europeos, poseen en sus carteras empresas del complejo militar-industrial por un valor conjunto de 20 mil millones de dólares.

El llamado a los ahorristas

“Hoy, un inversor europeo que decida legítimamente no querer que su dinero financie ciertas empresas, ya no dispone de una definición clara que le permita hacerlo”, advierte Baranes.
Esto significa que muchos particulares pueden estar participando en este tipo de inversiones sin saberlo.

“Los principales actores del mercado financiero son los fondos de pensiones, los fondos de inversión, las aseguradoras y los bancos, todos ellos alimentados por el ahorro de los ciudadanos comunes —los llamados inversores minoristas— que en su mayoría son pequeños ahorristas.

Y esto ocurre pese a que diversos estudios muestran un creciente interés de los clientes por alinear sus inversiones con sus valores éticos, especialmente evitando el sector armamentístico.”

Aunque la coyuntura geopolítica global influye en esta tendencia, Baranes insiste en que no hay que resignarse:
“Es fundamental informarse, y la palabra clave es transparencia. En Finanzas Éticas publicamos de manera clara tanto las exclusiones como la lista de las empresas que financiamos. Todavía se puede elegir, pero hay que hacerlo con conocimiento. Lamentablemente, gran parte de lo que hoy se vende como finanzas sostenibles ha perdido su verdadero significado”.

Las palabras importan

El debate terminológico tampoco es trivial, señala Baranes. “Vivimos una carrera armamentista evidente, pero se la disfraza bajo términos como disuasión, defensa oh seguridad.
Una cosa es que los gobiernos decidan fabricar armas por razones geopolíticas; otra muy distinta es producirlas siguiendo lógicas puramente de lucro”.

De este modo, se busca la complicidad de los ahorristas, seduciéndolos con inversiones que prometen altos rendimientos, como ocurre hoy en el sector armamentístico.
Y para quienes no caen en esa tentación, queda la trampa de revestir de “sostenibilidad” algo que, en realidad, no lo es en absoluto.

Se publicó primero como Para la UE, invertir en armas ahora es “sostenible”. La denuncia de Banca Etica

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