Comunicado de www.vaticannews.va —
El prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos celebra, en el atrio de la basílica de la Bienaventurada Virgen María del Santo Rosario, la Misa de acción de gracias por la canonización del fundador del santuario mariano, que tuvo lugar el pasado 19 de octubre en la Plaza de San Pedro. Las iniciativas de caridad «del nuevo santo son tantas que no se pueden enumerar», dijo el purpurado, a quien el arzobispo Caputo agradeció «su testimonio de amor hacia la Virgen de Pompeya».
Daniele Piccini – Ciudad del Vaticano
«Con íntima alegría» el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, ha «regresado» a Pompeya para presidir, hoy domingo 26 de octubre, la Misa en el atrio de la basílica de la Bienaventurada Virgen del Rosario y para «dar gracias al Señor por el don de la reciente canonización» de Bartolo Longo. El Papa León XIV proclamó santo al fundador del santuario mariano precisamente el domingo pasado, 19 de octubre, en la Plaza de San Pedro.
Las semillas del bautismo dan frutos de santidad
San Bartolo Longo hizo que la semilla de su bautismo fructificara en la santidad, ofreciendo un ejemplo de lo que, explica el cardenal Semeraro, el Papa Francisco escribía en la exhortación Regocíjate y regocíjate: «Deja que la gracia de tu bautismo fructifique en un camino de santidad». El Sumo Pontífice, en la homilía de la Misa de canonizaciónrecuerda, dice el purpurado, que «los santos, con la gracia de Dios, mantuvieron encendida la lámpara de la fe; más aún, se convirtieron ellos mismos en lámparas capaces de difundir la luz de Cristo».
Se ama a Dios si se ama al prójimo
El prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos citó después a Santa Teresa de Ávila para destacar que «el signo más seguro para saber si practicamos el amor de Dios es ver cómo amamos al prójimo». Las innumerables «obras de caridad» de san Longo dan testimonio de su fe y de su relación auténtica con Dios: son los frutos de su bautismo.
Una larga lista de obras de bien
«Pensó en el Orfanato femenino, iniciado en 1887; en el Hospicio para los hijos de los encarcelados, que surgió en 1892; en el Instituto para las hijas de los encarcelados, que nació en 1922. En 1897 fundó las Hermanas Dominicas Hijas del Santo Rosario de Pompeya», enumera el purpurado.
«Todo esto conoce hoy una nueva vida y también una adecuación a las nuevas emergencias». Es el caso del Instituto Bartolo Longo, «que ahora acoge y forma a niños y jóvenes provenientes de situaciones familiares difíciles, con la guía de los Hermanos de las Escuelas Cristianas», del «Centro educativo Bienaventurada Virgen del Rosario, dirigido por las Hermanas Dominicas de Pompeya», en cuyo contexto «la Casa Emmanuel alberga a menores y madres en dificultad», del «Centro para el Niño y la Familia Juan Pablo II, con cinco Casas Familia confiadas a diversas realidades eclesiales» y de la «Mesa para los pobres Papa Francisco, gestionada por la Soberana Orden Militar de Malta».
Un agradecimiento a Francisco y a León XIV
Numerosas obras de bien que atestiguan, subraya el cardenal Semeraro, cómo san Bartolo Longo «fue ojo y mano de Dios; su existencia terrenal y las obras que él inició son una guía hacia Dios en nuestro hoy». Por todos estos frutos de la santidad de san Longo, el purpurado, al final de su homilía, da gracias a Dios y al mismo tiempo «al difunto Papa Francisco, que en su momento decidió la canonización, y al Papa León XIV» que lo ha canonizado.
El saludo del arzobispo de Pompeya
«Solo podía ser usted», dijo el arzobispo prelado de Pompeya, monseñor Tommaso Caputo, dirigiéndose al cardenal Semeraro en el saludo al comienzo de la liturgia, «quien celebrara aquí hoy esta Santa Misa de acción de gracias». El prelado, por último, recordó la devoción del purpurado por Bartolo Longo, también él «pugliese y salentino», y su «personal testimonio de amor por la Virgen de Pompeya, cuyo culto está difundido en todo el mundo».
Se publicó primero como Las obras de San Bartolo Longo, signo de auténtico amor a Dios



