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Jubileo de los equipos sinodales: buenas prácticas para una Iglesia visionaria

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Comunicado de www.vaticannews.va —

En el Aula Pablo VI se vivió una intensa tarde de intercambio sobre la puesta en práctica de la sinodalidad en las Iglesias locales. Más de quince testimonios procedentes de todos los rincones del mundo mostraron la viabilidad de proyectos inspirados en un estilo de participación, colegialidad, cooperación e integración de actitudes y carismas.

Antonella Palermo – Ciudad del Vaticano

Una polifonía de voces, experiencias y estímulos marcó el encuentro en el camino de una Iglesia acogedora, viva, dinámica e integrada.

Después de los 25 talleres y 6 seminarios que comprometieron a los representantes de los equipos sinodales y de los organismos de participación —reunidos en Roma para el Jubileo—, la jornada del 25 de octubre culminó en el Aula Pablo VI, de 17:00 a 18:30, con un momento de puesta en común de experiencias y buenas prácticas sobre la implementación de la sinodalidad en diversas partes del mundo.

El encuentro, conducido por la periodista salvadoreña Paola Arriaza y el periodista italiano Enrico Selleri, combinó testimonios, videos, entrevistas y animación musical.

A partir de las 21:00, en la plaza de San Pedro, se celebra una vigilia mariana abierta a toda la ciudad, guiada por el cardenal Mario Grech, secretario general de la Secretaría General del Sínodo, como preparación para la misa del día siguiente en la basílica vaticana, presidida por el Papa.

Cuatro años de camino sinodal

Hace cuatro años se abría el Sínodo de la Iglesia católica sobre la sinodalidad, con tres palabras clave: Comunión, Participación y Misión.

Un proceso articulado en la escucha del Pueblo de Dios, primero a nivel diocesano y luego continental, en el discernimiento de los pastores, que desembocó en el Vaticano con las dos sesiones de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos. Hoy, ese recorrido vuelve a tomar cuerpo con quienes se han hecho portavoces de los primeros frutos de aplicación del Documento final en las Iglesias locales.

Un video introductorio repasó las etapas de este camino y dio impulso al trabajo futuro. A través de los rostros de mujeres, jóvenes, sacerdotes y obispos de todo el mundo —todavía con mascarillas en tiempos de pandemia— se percibía el esfuerzo, el entusiasmo y la escucha recíproca guiada por el Espíritu.

Resonaron también las primeras palabras pronunciadas por León XIV desde la logia de las bendiciones, justo después de su elección: “Queremos ser una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una Iglesia que busca siempre la paz, la caridad y la cercanía, especialmente con quienes sufren”.

Se recordaron, además, las palabras de Papa Francisco al inicio del proceso sinodal, cuando invitaba a rezar para que en esta experiencia no nos dejemos “sofocar por el desencanto”, no se diluya la profecía ni se reduzca todo “a discusiones estériles”.

La CEAMA y el sueño de una Iglesia visionaria

La primera experiencia presentada fue la de la región amazónica, a través del testimonio de Mauricio López, ex presidente mundial de las Comunidades de Vida Cristiana (CVX) y actual vicepresidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA).

Este organismo, explicó, es fruto de un auténtico proceso sinodal que “ha sido como un río”. “La CEAMA es el camino de una Iglesia visionaria”, dijo, “una Iglesia que abraza la vida laical y presbiteral, que responde a las necesidades de un bioma, de un ecosistema”.

En referencia a la exhortación apostólica Querida Amazoniaevocó el sueño social, ecológico, cultural y eclesial que busca dar un nuevo rostro de esperanza a la Iglesia. “Del Sínodo para la Amazonía se esperaban también nuevas estructuras, y esta es una de ellas”, observó López.

“Las mujeres, los laicos y las laicas sostienen la vida en la Amazonía. No se trata de repetir información, sino de saborear caminos nuevos”.

En esta conferencia participan dos mujeres indígenas, una religiosa franciscana, el cardenal peruano Pedro Ricardo Barreto Jimeno, representantes campesinos y afrodescendientes, así como siete conferencias episcopales. Todo un ejemplo concreto de compromiso con una verdadera “ecología integral”.

Tailandia: la sinodalidad en el ámbito educativo

Desde Bangkok se proyectó un video que mostraba cómo aplicar la sinodalidad en el mundo educativo.

Veinticuatro escuelas participaron en un proyecto de “maratón sinodal” que permitió a estudiantes y profesores experimentar cómo, incluso en un contexto mayoritariamente budista, es posible compartir valores fundamentales para un diálogo auténtico.

Durante los últimos dos años, los jóvenes pudieron poner en práctica sus talentos, aprender métodos de relación, descubrir qué significa escucharse mutuamente, confiar, prestar atención a los más necesitados y comprobar que, en definitiva, un mundo mejor es posible.

La iniciativa, que también se ha replicado en Filipinas, enseña a los jóvenes a transformar sus sueños en proyectos concretos.

Los esposos Tayeh: vivir la acogida familiar en el Líbano

Otro testimonio llegó desde el Líbano: el de los esposos Tayeh, que desde hace 19 años viven su matrimonio como una misión de acogida.

Abren su hogar a jóvenes y familias para ofrecer espacios de espiritualidad y convivencia, organizando momentos de adoración, actividades para grupos juveniles, parejas en crisis y estudiantes.

Para ellos, los sacramentos son un camino de sanación interior. Daoud, el esposo, superó una etapa difícil de enfermedad gracias a una profunda conversión y a la oración comunitaria. Hoy es secretario general del consejo pastoral diocesano.

Lima: las asambleas sinodales parroquiales

Desde Lima, Perú, el jesuita Juan Bytton, coordinador de la comisión arquidiocesana sobre la sinodalidad, presentó un video que muestra cómo las 129 parroquias de la arquidiócesis están poniendo en práctica las conclusiones del proceso sinodal.

En vista de la segunda asamblea, prevista para enero del próximo año, explicó que el desafío es aplicar el principio de circularidad entre laicos, religiosos, sacerdotes e instituciones eclesiales, de modo que todos sean “embajadores de sinodalidad”.

“Las asambleas sinodales parroquiales son la prueba tangible de que la sinodalidad puede vivirse a este nivel”, afirmó. “No se trata solo de haber aprendido un método, sino de redescubrir que ser cristiano significa escuchar, discernir y decidir bajo la acción del Espíritu”.

“La sinodalidad no es una opción”: un proyecto piloto en San Diego

Desde la diócesis de San Diego, en California, John E. Hurley, CSP, presentó cómo se están formando nuevos modelos de liderazgo a la luz de la sinodalidad.

Gracias a la colaboración con la universidad local, se han realizado más de 1.100 sesiones de escucha con la participación de 27.000 personas. El objetivo: “reinventar la vida parroquial”.

Hurley, que coordina el proyecto piloto, comentó: “Tenemos mucho trabajo por delante y debemos afrontar la desinformación sobre la sinodalidad. Se trata de sentar las bases para un nuevo modo de ser párrocos y cambiar la cultura. Lentamente, la mentalidad está cambiando”.

“La creación de una cultura sinodal no es una opción”, recordó, “porque tiene una raíz profunda en el Concilio Vaticano II”.

Reconoció que en Estados Unidos existe una gran división sobre el tema, pero consideró alentador el impulso de León XIV, quien subraya que la sinodalidad es “antídoto contra la polarización”.

La discapacidad no impide la sinodalidad: la historia de Alessio

Construir el bienestar relacional más allá de la propia fragilidad también es sinodalidad.

Así lo demuestra Alessio Bianco, que vive con sordera y es administrador de discapacidad en el ámbito del bienestar laboral. En lugar de realizar su viaje de bodas —se casó hace apenas dos semanas—, subió al escenario del Aula Pablo VI para compartir su historia.

Participó en el camino sinodal transmitiendo un mensaje claro: “Podemos ser levadura, no solo destinatarios del Evangelio”.

Bianco colabora en dos mesas de trabajo dentro de la Conferencia Episcopal Italiana —en los departamentos de Pastoral de la Discapacidad y Pastoral Social y del Trabajo— y organiza seminarios anuales para promover buenas prácticas sinodales en empresas y diócesis.

Recordó que en Italia solo un tercio de las personas con discapacidad tiene empleo, y lanzó un llamado: “Hay que elevar el umbral, porque el trabajo es dignidad para todos”.

De Canadá a Fiyi: formación y colegialidad

Desde Canadá llegó el testimonio de quienes se reúnen dos veces al año para fortalecer la relación entre parroquias y escuelas católicas.

Esa práctica ha consolidado una cultura de discernimiento comunitario y ha hecho de la “conversación en el Espíritu” el camino hacia relaciones más profundas.

Por su parte, Marcus Holden, rector del Colegio Beda en Roma, habló sobre la formación de sacerdotes de lengua inglesa y sobre sus temores iniciales al tener que afrontar nuevos lenguajes y enfoques.

Desde las islas Fiyi se destacó una experiencia innovadora: una sesión de formación permanente y temporal para sacerdotes, promovida con el apoyo de mujeres laicas y religiosas. Un ejemplo concreto de cooperación sinodal.

La hermana Maria Cimperman, de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús, explicó los frutos de la reciente conferencia de la Unión de Superiores Generales (USG) celebrada en el archipiélago, con amplia participación.

La Congregación de Jesús y María, añadió, ya vive desde hace tiempo un estilo sinodal basado en la colegialidad, que impregna todos los niveles de su misión.

Ecumenismo y sinodalidad: el Observatorio en África

La sinodalidad va más allá de la Iglesia católica. Así lo afirmó monseñor Ian Ernst, obispo anglicano de Mauricio, presente en Roma tras colaborar en la organización de la visita de los reyes Carlos III y Camila.

Sostuvo que estamos viviendo un momento histórico para las relaciones ecuménicas e invitó a “ir más allá de nuestras pertenencias” para vivir plenamente el espíritu sinodal.

“La sinodalidad requiere sacrificio”, dijo, “pero cuando se pone en práctica, todos se benefician y el proceso fluye con armonía”.

Los representantes del Observatorio Africano sobre la Sinodalidad —una red de teólogos y comunicadores de todo el continente— presentaron también un sitio web que recopila los pasos dados en esta dirección, abierto a todos.

Grech: “La sinodalidad no se enseña, se vive”

El grupo Scalamusicproyecto artístico de la Agencia Scalabriniana para la Cooperación al Desarrollo (ASCS), animó la asamblea con un canto interpretado también en lengua de signos.

Luego intervino el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo, quien cerró una jornada densa de experiencias y testimonios.

Mirando hacia la Asamblea General que se celebrará en Roma en 2028, expresó su deseo de que la sinodalidad —gracias a la cultura del encuentro tan querida por el Papa Francisco— ofrezca respuestas a sociedades cada vez más fragmentadas.

“La sinodalidad no se enseña, se vive, y es contagiosa”, afirmó. “A quienes todavía les cuesta entenderla, solo podemos decirles: ‘Ven, intentemos encontrarnos’”.

Se publicó primero como Jubileo de los equipos sinodales: buenas prácticas para una Iglesia visionaria

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