Comunicado de www.vaticannews.va —
Desde tres continentes, expresan su compromiso con una Iglesia más cercana, participativa y misionera, en camino hacia la Jornada Mundial de la Juventud 2027 en Seúl.
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
“Encontrarnos con el sucesor de Pedro es como el cierre perfecto de un proceso, pero también un mandato”, expresa con emoción José Miguel Gutiérrez Carreón, de la Diócesis de Toluca (México), uno de los veinte jóvenes que integran el Órgano Consultivo Internacional Joven (IYAB), órgano consultivo del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
Durante una intensa semana de formación y diálogo en Roma, los integrantes del IYAB, procedentes de Perú, Colombia, Brasil, el Líbano y otras nacionalidades, vivieron momentos de comunión, discernimiento y envío misionero, coronados con la audiencia privada con el Papa León XIV el 31 de octubre. La cita marcó un nuevo impulso para este grupo que asesora a la Curia Romana en temas vinculados con la juventud.
Gutiérrez Carreón define el encuentro con el Santo Padre como un momento de envío: “Nos recordó que no se trata de un adiós, sino de una misión. Nos está enviando a nuestras realidades locales para hacer vida lo que aquí compartimos”. Para el joven mexicano, la experiencia romana reafirmó la importancia de la “conversación en el Espíritu”, un método que —dice— les ha ayudado a “escuchar más profundamente al otro y descubrir juntos lo que el Espíritu dice a la Iglesia joven”.
Entre los temas abordados estuvo la preparación hacia la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Seúl 2027. “Queremos que sea un proceso, no sólo un evento —subraya—. Desde ahora podemos comenzar el camino espiritual y formativo que culminará en Corea, sin olvidar a quienes no podrán viajar, que también deben sentirse parte de la peregrinación”.
Voces que nacen del servicio
Desde Cuba, Aniel Santiesteban García, de la Diócesis de Holguín, comparte esa misma visión de corresponsabilidad: “El Papa León nos pidió ser voces de nuestros contemporáneos, especialmente de quienes viven en pobreza o marginación. En nosotros hablan también ellos”.
El joven cubano destaca el desafío de acompañar la fe de los jóvenes en el mundo digital: «No podemos olvidar que muchos han encontrado a Jesucristo a través de las redes sociales, y el Papa también nos lo ha dicho, hay proyectos exitosos, testimonios en línea que han hecho ver la bondad y la grandeza del amor de Cristo».
«No obstante -reconoce- es un riesgo que corremos en estos tiempos de excesiva conexión digital y de excesiva desconexión social y personal». Por ello, el IYAB impulsa proyectos para que las redes sociales sean una puerta de encuentro y de preparación hacia la JMJ de Seúl, donde “el rostro joven del cuerpo de Cristo” se reunirá nuevamente.
La misión, recuerda Santiesteban, “no sólo implica partir, sino también permanecer: evangelizar en nuestros propios hogares, en nuestras familias, que son el primer campo misionero”. Conmovido, relata que el Papa León expresó personalmente su cercanía al pueblo cubano tras el paso del huracán Melissa.
Corea, horizonte de comunión
“Armarse de valor —tengan valor—. Habrá muchas maneras de vivir lo que experimentaremos juntos en Corea”, anima Jiun Anastasia Lee, de Corea del Sur, miembro del IYAB.
La joven surcoreana subraya la importancia de que la JMJ 2027 sea también una oportunidad de evangelización para quienes participen desde sus países. “Usen las redes sociales sabiamente para encontrarse con Cristo”, invita, destacando el papel de las plataformas digitales como instrumentos de comunión y esperanza.
Lee comenta que uno de los temas más relevantes tratados con el Dicasterio ha sido la relación entre pastoral juvenil y pastoral familiar: “En la Iglesia coreana estamos trabajando para fortalecer esa conexión. La familia es el primer espacio donde florece la fe, y los jóvenes tienen mucho que aportar allí”.
Con serenidad y convicción, añade un consejo a sus coetáneos: “La Iglesia está escuchándonos. A veces queremos cambios rápidos, pero también debemos ser pacientes. Es importante actuar, pero también orar y esperar”.
Una Iglesia que se hace obra
Los tres jóvenes coinciden en que visitar el Borgo Laudato Si’ fue un punto de inflexión: “Es la prueba de que la Iglesia no sólo habla, sino que actúa”, señala Gutiérrez Carreón. Allí, aseguran, pudieron experimentar “con todos los sentidos” el legado ecológico y espiritual del Papa Francisco, cuyas enseñanzas continúan inspirando el trabajo del grupo bajo el pontificado de León XIV.
En palabras de Santiesteban, el IYAB es “una comunidad diversa que camina unida en esperanza, comunión y misión”. Y esa esperanza —añade— “se hace tangible cuando jóvenes de países lejanos se descubren preocupados unos por otros, soñando una Iglesia que escucha, aprende y camina junto a su pueblo”.
Se publicó primero como Jóvenes del IYAB se reúnen con León XIV: servicio y esperanza




