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Francia retrasa el aumento de la edad de jubilación a 64 años hasta después de las elecciones de 2027

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París— Francia ha suspendido el controvertido aumento de la edad legal de jubilación de 62 a 64 años hasta después de las elecciones presidenciales de 2027. El primer ministro Sébastien Lecornu anunció la pausa para aliviar las tensiones políticas y buscar el apoyo de todos los partidos en un parlamento sin mayoría. La decisión responde a meses de protestas y duras negociaciones con los socialistas, pero conlleva costos fiscales y deja abierta la cuestión de cómo estabilizar el sistema de pensiones a medida que la población envejece.

Primer ministro Sébastien Lecornu ha archivado la medida central de la reforma de las pensiones de 2023 (aumentar la edad de jubilación a 64 años) hasta después de la próxima votación presidencial en 2027. Dijo a los legisladores que la pausa tiene como objetivo calmar las tensiones sociales y construir una mayoría parlamentaria para medidas presupuestarias más amplias, en lugar de forzar la cuestión a través de atajos constitucionales. El anuncio, reportado por primera vez en cobertura en vivo por El blog en vivo de The Guardian y confirmado por Reutersalivió inmediatamente la amenaza de una revuelta de censura, siempre que los socialistas retuvieran el apoyo a mociones rivales sobre el presupuesto.

La medida marca una retirada táctica de la importante reforma del presidente Emmanuel Macron. Como El mundo Según señala, la supervivencia política de Lecornu depende de las negociaciones con el centro izquierda, que había exigido una suspensión. El gobierno insiste en que el retraso no es una derogación; más bien, es una ventana para buscar compromisos “responsables” y disciplina presupuestaria sin inflamar la calle.

¿Por qué ahora?

Francia ha estado sumida en un estancamiento parlamentario desde que las elecciones anticipadas no dejaron a ningún partido con mayoría. Meses de huelgas y manifestaciones contra la ley de pensiones (aprobada en 2023 utilizando el artículo 49.3) profundizaron la desconfianza. Al anunciar una pausa, Lecornu busca evitar el colapso de su gobierno minoritario y asegurar la cooperación en el presupuesto de 2026. De acuerdo a Prensa asociadael Primer Ministro también descartó utilizar el 49,3 en el presupuesto, señal de que pretende negociar línea por línea.

Mientras tanto, los mercados están atentos a los cálculos fiscales. Reuters Sostuvo que suspender la reforma subraya la dificultad de imponer la disciplina en un panorama político fragmentado, pero también reduce el riesgo político a corto plazo.

¿Cuánto costará la pausa?

Lecornu ha reconocido un proyecto de ley a corto plazo para frenar el aumento de la edad, citando aproximadamente 400 millones de euros en 2026 y alrededor de 1.800 millones de euros en 2027. Esas cifras se suman a una brecha estructural más amplia en las cuentas de pensiones identificada por la oficina nacional de auditoría.

En febrero, el Tribunal de Cuentas Proyectaron que, incluso con la introducción gradual de la ley de 2023, el déficit del sistema se estabilizaría en alrededor de 6.600 millones de euros hasta 2030, y luego empeoraría a medida que la demografía afectara, alcanzando alrededor de 15.000 millones de euros en 2035 y alrededor de 30.000 millones de euros en 2045. resumen de Reuters del informe destacó que las brechas acumulativas podrían aumentar sustancialmente la deuda pública de Francia si no se abordan.

Reacciones políticas

Los socialistas calificaron la suspensión como un “primer paso” y señalaron que podrían retener sus votos en caso de intentos de censura si las negociaciones avanzan de buena fe (posiciones reflejadas en El informe de The Guardian. La extrema izquierda y la extrema derecha criticaron la medida como un retraso táctico más que una solución, renovando los llamados a la derogación o a nuevas elecciones. Las organizaciones de empleadores han evitado en gran medida reabrir el debate sobre la edad, pero continúan presionando por un camino creíble para reducir el déficit y proteger la competitividad.

En un desarrollo relacionado, malestar laboral en otras partes de Europa –como la gran huelga que suspendió las salidas en el aeropuerto de Bruselas a principios de este año– muestra que la frustración económica y la resistencia a la austeridad siguen estando generalizadas en todo el continente. El gobierno de Francia espera que su enfoque más conciliador evite disturbios similares en casa.

¿Qué cambia sobre el terreno?

Legalmente, la reforma de 2023 sigue vigente; es solicitud—específicamente el paso a 64—se aplazaría hasta después de 2027. El gobierno dice que iniciará una consulta con los sindicatos y las empresas para examinar palancas alternativas: tasas de contribución, regímenes especiales, reglas de duración de la carrera y medidas para mejorar el empleo de las personas mayores. El hecho de que surja un consenso sobre cualquier combinación de esas opciones determinará el próximo capítulo de pensiones de Francia.

El contexto europeo

El umbral de edad de Francia es bajo para los estándares europeos, incluso con la subida ahora pausada. Muchos países de la UE ya establecen una jubilación «normal» alrededor de los 65 años o más y están vinculando los aumentos futuros a la esperanza de vida. Por ejemplo, la edad legal en Bélgica aumentará a 66 años en 2025 y 67 en 2030, mientras que los Países Bajos y varios países nórdicos se ajustan automáticamente a la longevidad, según lo observado por el Centro Finlandés de Pensiones. El OCDE proyecta que las edades normales de jubilación en las economías avanzadas seguirán aumentando a medida que las sociedades envejecen.

En cuanto al gasto, Francia se encuentra entre los más altos de la UE: Eurostat sitúa los desembolsos en pensiones en alrededor del 12,2% del PIB para la media de la UE en 2022con Francia sustancialmente por encima de ese nivel en desgloses comparativos (Resumen de Eurostat). Ese contexto ayuda a explicar por qué los sucesivos gobiernos, no sólo el de Macron, han tratado de frenar los costos a largo plazo salvaguardando al mismo tiempo la suficiencia.

Qué ver a continuación

  • Aritmética presupuestaria: El presupuesto de 2026 debe cuadrar la pausa en las pensiones con objetivos de reducción del déficit. El gobierno ha prometido no “cheque en blanco”, indicando medidas de compensación para evitar una brecha mayor.
  • Diálogo social: Los sindicatos presionarán por la justicia en todas las profesiones, especialmente en los trabajadores con carreras largas o físicamente exigentes. Los grupos empresariales se centrarán en el empleo de personas mayores, los incentivos para permanecer en el trabajo y la previsibilidad.
  • Normas de la UE: A medida que regrese la supervisión fiscal, la trayectoria de Francia se juzgará en función de umbrales comunes, otra razón por la que las cifras de las pensiones importan más allá de París.

Por ahora, la temperatura política ha bajado. Pero el dilema central –cómo financiar la jubilación para tener una vida más larga sin sobrecargar a los trabajadores más jóvenes y a la economía– sigue sin resolverse. La pausa gana tiempo; no cuadra las cuentas.

Publicado anteriormente en The European Times.

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