en su análisis recienteEl IPC, un índice respaldado por la ONU que mide el hambre y la desnutrición en los puntos críticos del mundo, encontró que 5,7 millones de haitianos enfrentan un deterioro de la situación de seguridad alimentaria.
El estudio proporciona un análisis para el período de septiembre de 2025 a febrero de 2026 y una proyección para marzo a junio del próximo año.
Niveles de emergencia
La asombrosa cifra de 1,9 millones (o el 17 por ciento de la población) padece niveles de emergencia de inseguridad alimentaria aguda, lo que los deja con déficit de alimentos, alta desnutrición aguda y tasas de mortalidad excesivas.
Otros 3,8 millones de personas –o el 34 por ciento de la población– enfrentan niveles críticos de inseguridad alimentaria aguda, lo que significa que podrían verse obligadas a agotar sus medios de vida esenciales simplemente para satisfacer sus necesidades nutricionales básicas.
Se espera que las condiciones empeoren
El IPC espera que la seguridad alimentaria se deteriore aún más de marzo a junio de 2026 debido a la temporada de escasez, un período entre cosechas en el que los suministros de alimentos tienden a ser bajos y los precios altos.
Se espera que más de la mitad de la población (el 54 por ciento) enfrente altos niveles de inseguridad alimentaria aguda.
La situación empeora por el creciente control del territorio por parte de grupos armados y el declive de la economía del país, que ha provocado desplazamientos masivos y la destrucción de medios de vida.
En las regiones controladas por grupos armados, los agricultores que han logrado mantener su actividad agrícola se ven obligados no sólo a negociar el acceso a las parcelas de tierra sino también a compartir su producción, explica el IPC.
Además, los hogares en áreas ocupadas por pandillas que dependían de pequeñas empresas se vieron obligados a abandonar sus fuentes de ingresos y muchas personas perdieron sus empleos cuando las empresas cerraron.
Se requiere respuesta de emergencia
A pesar del apoyo de los actores humanitarios, los haitianos enfrentan hacinamiento, caracterizado por condiciones de vida precarias y falta de instalaciones sanitarias, según el IPC.
Esto aumenta el riesgo de violencia sexual, la propagación de enfermedades como el cólera y la angustia psicológica de las personas desplazadas, que ya carecen de acceso adecuado a agua potable, alimentos y atención médica adecuada.
Para mitigar la crisis, el IPC recomienda una intervención de emergencia para evitar que los hogares más pobres recurran a estrategias de afrontamiento dañinas y una expansión de los programas de protección social ya existentes, entre otras acciones.
Publicado anteriormente en Almouwatin.


