La Sra. Karki, la primera mujer de Nepal, primera ministra, fue nombrada por el presidente Ram Chandra Poudel, quien administró el juramento del cargo en una ceremonia a la que asistieron representantes juveniles, funcionarios y diplomáticos extranjeros.
Según los informes de los medios, se le ha encargado organizar nuevas elecciones dentro de los seis meses.
Anteriormente se desempeñó como la única mujer Justicia, liderando la Corte Suprema de 2016 a 2017.
Momento histórico
«En este momento fundamental, las Naciones Unidas están junto a la gente de Nepal en sus aspiraciones de paz, justicia, transparencia, responsabilidad y progreso,«, Dijo Hanna Singer Hamdy, coordinadora residente de la ONU en Nepal, en un declaración.
También reconoció las contribuciones del presidente, el jefe del personal del ejército y los líderes juveniles de ‘Genz’, señalando que sus esfuerzos «ayudaron a hacer posible esta transición».
La ONU sigue comprometida a trabajar con el gobierno para apoyar la estabilidad, los derechos humanos y el desarrollo sostenible, agregó el comunicado.
Una inspiración para niñas y mujeres
Fondo infantil UNICEF felicitó a la Sra. Karki, dicho Su nombramiento «es una inspiración para niñas y mujeres», y destacó la importancia de colocar los derechos de los niños en el centro de la recuperación de Nepal.
Del mismo modo, el programa de desarrollo de la ONU (PNUDO), Agencia de igualdad de género Mujeres de la ONUy agencia de salud reproductiva, UNFPAexpresó su apoyo a su liderazgo, enfatizando la gobernanza inclusiva, la igualdad de género y la protección de las mujeres y la juventud.

Soldados del Ejército de Nepal en la Corte Suprema después de que el complejo fue incendiado por los manifestantes.
Desafíos graves
La cita se produce en medio de graves desafíos. Los disturbios comenzaron el lunes como una «protesta de la generación Z» contra las restricciones de corrupción, nepotismo y redes sociales. Las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra las multitudes, lo que resultó en múltiples muertes y lesiones.
Los manifestantes irrumpieron y incendiaron instituciones clave, incluidos el Parlamento, la Corte Suprema, las oficinas del gobierno federal y provincial y las oficinas de partidos políticos, al tiempo que se dirigen a medios de comunicación, escuelas, empresas y hogares.
Los jailbreaks ocurrieron en varios lugares, y los informes sugieren que algunas manifestaciones pueden haber sido infiltradas por actores y grupos externos, lo que complica aún más la seguridad.
En respuesta, el Ejército asumió el control de la seguridad a nivel nacional el martes por la noche, desplegando tropas en todo el valle de Katmandú e imponiendo restricciones de movimiento para estabilizar la situación.