El procedimiento pionero en Clinica Las Condes en Santiago combinó herramientas quirúrgicas magnéticas con software de cámara autónomo que rastreaba cada movimiento de Funke. El sistema AI ajustó los ángulos de la cámara y siguió sus instrumentos sin ninguna guía humana.
«La cámara me siguió donde quiera que moviera mis manos y todo el proceso fue excelente», explicó Funke después de completar la cirugía laparoscópica. «Esta cámara nos permite hacer la cirugía sola, lo hice solo con el robot».
Esto marca un cambio dramático de las operaciones tradicionales donde los asistentes humanos controlan manualmente las cámaras quirúrgicas. Los instrumentos magnéticos funcionaron sin problemas con el software que anticipaba las necesidades del cirujano, creando una dinámica quirúrgica completamente nueva.
La tecnología proviene de Levita Magneticscuyo CEO Alberto Rodríguez ve esto como un momento decisivo. «Este es el primer paso en la automatización quirúrgica con un paciente real en la sala de operaciones donde demostramos que la IA puede ayudar al cirujano», dijo Rodríguez.
Medical Robotics representa una frontera en rápida expansión. El mercado mundial de robots quirúrgicos alcanzó los $ 15.6 mil millones en 2024 y los analistas proyectan un crecimiento explosivo a $ 64.4 mil millones para 2034, según los datos de la investigación de precedencia.
Aumentos similares están emergiendo en todo el mundo. Los investigadores de la Universidad de Johns Hopkins en Baltimore demostraron recientemente un robot guiado por IA que realiza procedimientos complejos en órganos de cerdos. Sus experimentos de julio sobre operaciones de hígado y vesícula biliar mostraron una precisión comparable a los cirujanos humanos.
Estos desarrollos indican una transformación fundamental en la práctica quirúrgica. Si bien la experiencia humana sigue siendo esencial, la asistencia de IA podría revolucionar cómo se realizan las operaciones, lo que potencialmente reduce la necesidad de un personal quirúrgico adicional mientras mantiene la precisión.
El procedimiento de Santiago demuestra que la asistencia quirúrgica autónoma ha superado las pruebas de laboratorio en la atención del paciente del mundo real, abriendo nuevas posibilidades para la accesibilidad al tratamiento médico y la eficiencia quirúrgica.
Escrito por Vytautas Valinskas
Publicado anteriormente en The European Times.


