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Orden de Malta: ayuda y fe en zonas de guerra

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Comunicado de www.vaticannews.va —

Josef Blotz, Gran Hospitalario de la Orden de Malta y ex general mayor del ejército alemán, considera la “ética del servicio” como el principio rector de su misión. Hoy, la Orden actúa en zonas de conflicto como Ucrania y Gaza, ofreciendo no solo ayuda humanitaria sino también acompañamiento espiritual. La unión entre fe y servicio, explica a los medios vaticanos, es el combustible que seguirá impulsando a la Orden durante mucho tiempo.

Christine Seuss – Ciudad del Vaticano

“La peregrinación a Lourdes me cambió la vida”. Así resume su experiencia personal Josef D. Blotz, quien en 1992, después de acompañar a algunos enfermos a la gruta de Massabielle, en los Pirineos, decidió unirse a la sección alemana de la Orden de Malta. Desde enero de 2023 forma parte del Consejo Soberano de la Orden y en febrero de 2025 fue elegido Gran Hospitalario, una función similar a la de un ministro de Salud, Asuntos Sociales, Ayuda Humanitaria y Cooperación Internacional. Blotz supervisa y coordina las operaciones humanitarias de la Orden en todo el mundo.

Desafíos en escenarios difíciles

En una época marcada por guerras y conflictos, Blotz señala las principales crisis humanitarias actuales: Ucrania —donde la Orden está presente en 64 localidades— y Tierra Santa, «donde comenzó la historia de la Orden». Recientemente, la atención se ha centrado en la Franja de Gaza.

Ante la grave emergencia humanitaria, el Patriarca Latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, propuso una colaboración directa con la Orden. Tras una fase de planificación, en el verano de 2024 comenzó una estrecha cooperación con el Patriarcado, a través de la parroquia católica de Ciudad de Gaza, para distribuir alimentos y bienes de primera necesidad.

“Un proyecto que ha sido un verdadero éxito”, afirma con orgullo Blotz.

Además, junto con otros socios, se está trabajando en la creación de una pequeña clínica en Gaza. Aunque ya están listas las condiciones técnicas, la seguridad actual no permite abrirla de forma permanente.

“Estamos esperando la luz verde, con la esperanza de que un alto el fuego nos permita dar el siguiente paso”, señala.

En Belén, la Orden de Malta ya gestiona desde hace años el Hospital de la Sagrada Familia, el mayor centro ginecológico y obstétrico de la región, que cuenta también con una unidad de cuidados intensivos neonatales.

Blotz en los estudios de Radio Vaticana.

Orden de Malta: ayuda y fe en zonas de guerra

Blotz en los estudios de Radio Vaticana.

Ayuda material y oración

Para Blotz, su responsabilidad no solo implica proporcionar ayuda material, sino también el modo en que esta ayuda se ofrece.

“No damos solo tiritas —dice—, también rezamos con las personas”.
El aspecto espiritual, insiste, debe estar profundamente unido a la asistencia humanitaria.

Una ética del servicio

Antes de asumir su actual cargo, Blotz tuvo una carrera militar que le dio experiencia internacional en la gestión de grandes organizaciones y planificación estratégica. Lo guía una firme “ética del servicio”que ha sabido trasladar a su labor en la Orden de Malta. Según él, el hecho de ser alemán no es lo relevante:

“Más que el pasaporte, importa hacer lo necesario, con base en la experiencia y la competencia”.

Durante su mandato de cuatro años, Blotz quiere contribuir a desarrollar una Orden moderna, eficiente y sostenible.

“No podemos detenernos. Siempre debemos mirar lo que hacemos y cómo lo hacemos, con espiritualidad y caridad”.

Una misión siempre vigente

A pesar de tener casi mil años de historia, la misión de la Orden sigue siendo muy actual. Fundada antes de las Cruzadas como una organización hospitalaria en Jerusalén, la Orden de Malta sigue respondiendo a una necesidad que aún persiste.

“Lamentablemente, todavía hay mucha pobreza y enfermedad en el mundo, y mientras exista esta necesidad, habrá personas e instituciones como la Orden de Malta dispuestas a servir”.

Hoy, la Orden está activa en más de 120 países, con 13.500 miembros y más de 150.000 colaboradores, entre personal médico y voluntarios. Administra hospitales, clínicas, ambulancias, centros para ancianos y personas con discapacidad, unidades para enfermos terminales y proyectos de apoyo para migrantes y refugiados. A través de su organización humanitaria Malteser International, ofrece ayuda de emergencia ante catástrofes naturales y conflictos armados.

Se publicó primero como Orden de Malta: ayuda y fe en zonas de guerra

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