Comunicado de www.vaticannews.va —
La APSA es el organismo encargado de la administración de los bienes y la gestión financiera del patrimonio de la Santa Sede, bajo el principio de máxima transparencia, conforme a la reforma impulsada en 2014 por el Papa Francisco.
Alessandro di Bussolo – Ciudad del Vaticano
Un trabajo marcado por la transparencia. Ese es el rasgo distintivo que caracteriza, especialmente en los últimos años tras la reforma impulsada por el Papa Francisco, la labor cotidiana de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), el organismo responsable de gestionar el patrimonio económico de la Santa Sede. Su presidente es el salesiano monseñor Giordano Piccinotti, y el secretario, Fabio Gasperini.
Breve acusado histórico
En 1878, el Papa León XIII nombró al cardenal Nina —su secretario de Estado— prefecto de los Palacios Sagrados y administrador del patrimonio que había quedado en manos de la Santa Sede tras 1870. En 1880, mediante un Motu proprio (modificado en 1883), constituyó una Comisión de Cardenales con funciones consultivas para supervisar la administración del Óbolo de San Pedro y del patrimonio de la Santa Sede. Luego, con otro Motu proprio del 30 de abril de 1891, el mismo León XIII otorgó a dicha Comisión la administración directa del patrimonio, con el mandato de encargarse también de otras áreas y asuntos económicos relacionados.
Pío XI, en diciembre de 1926, reorganizó las oficinas administrativas, fusionando la Prefectura y la Sección de los Dicasterios Eclesiásticos con la Administración General de los Bienes de la Santa Sede. Así se conformó un organismo con dos secciones, coordinadas por dos delegados:
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La Sección Ordinariaque asumía las funciones de la antigua Administración de los Bienes;
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La Sección Extraordinariacreada por Motu proprio en junio de 1929 para gestionar los fondos entregados por el Gobierno italiano a la Santa Sede según el acuerdo financiero del Tratado de Letrán (11 de febrero de 1929), reemplazando a la anterior Administración Especial.
La actual APSA fue establecida por el Papa Pablo VI mediante la Constitución Apostólica Regímenes de lo universal del 15 de agosto de 1967. Se le asignó la administración de los bienes de propiedad de la Santa Sede, así como aquellos que otras entidades le confían para garantizar los recursos necesarios al funcionamiento de la Curia Romana.
Posteriormente, con un Motu proprio del 8 de julio de 2014, el Papa Francisco dispuso que la nueva Secretaría para la Economía asumiera las competencias de la entonces denominada “Sección Ordinaria” de la APSA, transferidas desde la Constitución Bono de pastor de 1988.
Actualmente, la organización y competencias de la APSA están reguladas por el Motu proprio Los bienes temporales del 4 de julio de 2016, que delimita las funciones entre la APSA (administración y gestión financiera) y la Secretaría para la Economía (control y supervisión).
Mediante un rescripto de mayo de 2020, el Papa trasladó la responsabilidad del Centro de Procesamiento de Datos (CED) desde la APSA a la Secretaría para la Economía, con el fin de lograr una gestión más racional de la información financiera y digitalizar procedimientos y modelos, facilitando el control y simplificando procesos.
Finalmente, con el Motu proprio Sobre algunas competencias en materia económico-financiera (diciembre de 2020), el Papa confió a la APSA la administración y gestión de las inversiones financieras y bienes inmuebles propiedad de la Secretaría de Estado.
Culminación
Según la Constitución Apostólica Predicar el evangelio (2022), la APSA es el organismo encargado de la administración y gestión del patrimonio —tanto inmobiliario como mobiliario— de la Santa Sede, destinado a proveer los recursos necesarios para el cumplimiento de la misión propia de la Curia Romana, al servicio del bien y de las Iglesias particulares.
También le corresponde gestionar los bienes de otras entidades que hayan encomendado su patrimonio a la Santa Sede, respetando el fin específico para el cual dichos bienes fueron constituidos. Las operaciones financieras se realizan con el apoyo técnico del Instituto para las Obras de Religión (IOR).
Además, la APSA se ocupa de las necesidades operativas de la Curia Romana: tesorería, contabilidad, adquisiciones y otros servicios. Puede brindar estos mismos servicios a otras instituciones vinculadas a la Santa Sede, si así lo solicitan o se determina expresamente.
Internamente, la APSA se organiza en tres áreas funcionales:
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Gestión inmobiliaria
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Asuntos financieros
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Servicios generales
Se publicó primero como Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica