Comunicado de www.vaticannews.va — 
El cardenal Reina envía los mejores deseos de la diócesis de Roma a su nuevo obispo con un mensaje que ha sido publicado íntegramente este domingo 11 de mayo por el semanario Roma Sette, suplemento del diario Avvenire: «Lo esperamos en su catedral».
Noticias del Vaticano
Las palabras pronunciadas por el Papa León XIV desde la Logia de las Bendiciones «nos alientan a retomar pronto nuestro compromiso de ser Iglesia ejemplar en todo; guiados por él queremos ser una Iglesia sinodal, que camina, lucha y espera con los hombres de este tiempo, especialmente con los más pobres, que construye puentes de diálogo con todos porque lo que viven los hombres y mujeres de este tiempo nos interpela».
En su mensaje de felicitación a su nuevo obispo —que se publicará íntegramente el domingo 11 de mayo en las páginas del semanario Roma siete— , el cardenal vicario Baldo Reina, arcipreste de la Basílica de San Juan de Letrán, expresa la alegría de toda una diócesis que «ya lo ama porque sabe que Dios lo ha elegido desde la eternidad para desempeñar el humilde y precioso servicio de ser el dulce Cristo en la tierra; lo ama como pastor porque sabe que con su magisterio guiará a toda la Iglesia, empezando por la de Roma, que preside en la caridad y la comunión; lo ama porque anhela caminar con él por los caminos polvorientos y accidentados de este tiempo, lleno de desafíos y contradicciones, pero siempre rico en las sorpresas de Dios».
Iglesia Misionera
El deseo, subraya el cardenal, es ser «una Iglesia misionera, extrovertida, que evita el peligro de la autorreferencialidad anunciando a todos la buena noticia del Reino y viviendo la lógica del don, una Iglesia que da testimonio de la paz y la construye en las relaciones domésticas como en las comunitarias».
Esperando en su catedral
En el mensaje, Reina confiesa que el jueves pasado, inmediatamente después de la aceptación del nuevo Pontífice, durante el homenaje de los cardenales, al saludar al nuevo Obispo de Roma, «me permití decirle: ‘Santo Padre, le traigo el abrazo y las oraciones de toda su diócesis, que lo apoya con tanto cariño’. Me sonrió y me dio las gracias. Mientras lo esperamos en su catedral —concluye el cardenal vicario—, le aseguramos una ferviente oración para que nos confirme a todos en la fe y nos ayude a seguir a Cristo, el Hijo de Dios vivo».
Se publicó primero como Vicario del Papa: León XIV anima a la Iglesia a ser sinodal y cercana a los pobres
