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La presencia consoladora de la estatua de la Virgen de la Medalla Milagrosa en Sicilia

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Comunicado de www.vaticannews.va —

Con el inicio de mayo, mes dedicado a María, la peregrinación nacional hace una parada en la unidad pastoral de Serradifalco, en la diócesis de Caltanissetta. El arcipreste de la ciudad, el padre Biagio Biancheri: las intenciones de la comunidad en sintonía con el Magisterio del Papa Francisco.

Edoardo Giribaldi – Ciudad del Vaticano

Con la llegada de mayo comienza el mes que la tradición y la devoción popular consagran a María, madre de la ternura y de la esperanza. En este marco espiritual se inscribe la peregrinación nacional de la estatua de la Virgen de la Medalla Milagrosa: un viaje de fe, que comenzó el 11 de noviembre de 2020 bajo la luz de la bendición del Papa Francisco, en el corazón del Vaticano, con motivo del 190 aniversario de las apariciones a Santa Catalina Labouré. Un viaje del alma y del pueblo, que se prolongará hasta el 27 de noviembre de 2030, cuando se celebrará el bicentenario del acontecimiento.

La estatua de la Virgen de la Medalla Milagrosa

La presencia consoladora de la estatua de la Virgen de la Medalla Milagrosa en Sicilia

La estatua de la Virgen de la Medalla Milagrosa   (@VaticanMedia)

El Virgen en Serradifalco

Del 1 al 4 de mayo, la comunidad de Serradifalco – un pequeño pueblo de unas 5.000 almas en el corazón de Sicilia, en el consorcio municipal libre de Caltanissetta – acogerá la estatua de la Virgen. “Tres días con María”, en el marco de la peregrinación promovida por los Misioneros Vicencianos de Italia, en sinergia con la Familia Vicenciana, que pretende ser un tiempo de gracia, de escucha y de encuentro.

La intención del Papa Francisco

El padre Valerio Di Trapani, superior y visitador de la Congregación de la Misión, fundada por el mismo san Vicente de Paúl y que en París celebró el 400 aniversario de su creación, recordó con emoción el impulso del Pontífice, que quiso «llevar la sagrada efigie de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa infundiendo esperanza». Y es precisamente la esperanza, antorcha encendida en el corazón del Año Santo, el don que esta peregrinación pretende sembrar a su paso.

Alegrías y esfuerzos confiados a María

También don Biagio Biancheri, arcipreste de Serradifalco y vicario foráneo de San Cataldo, siente fuertemente esta exigencia en el corazón de su pueblo. La presencia de María, «que consuela y renueva», se convierte en invitación a una «peregrinación interior», hacia una nueva confianza en Dios y en el mañana. Así lo afirmó a los medios vaticanos, dando voz a una comunidad que se dispone a confiar a la Virgen sus «alegrías», sus «esfuerzos», sus oraciones silenciosas y sus esperanzas compartidas, en profunda comunión «con el magisterio de Francisco».

En las “periferias existenciaEL»

Se involucrarán también las realidades más frágiles, aquellas que el Papa llamó “periferias existenciales”: los ancianos, los enfermos, las familias heridas, los jóvenes en búsqueda. El programa de los “tres días” incluye momentos de visita y escucha en los lugares de sufrimiento y de atención, encuentros, signos concretos de un amor que pasa por la presencia viva y maternal de María.

Se publicó primero como La presencia consoladora de la estatua de la Virgen de la Medalla Milagrosa en Sicilia

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