El miércoles un organismo de supervisión de ética de la UE propuesto fue rechazado por el Comité de Asuntos Constitucionales del Parlamento Europeo (AFCO), lo que indica un gran revés para las reformas destinadas a restaurar la confianza pública después de años de escándalos de corrupción. El borrador del plan, opuesto por el Partido del Pueblo Europeo Center-Right (EPP) y las facciones de extrema derecha, expuso las divisiones políticas profundas sobre las medidas de responsabilidad.
La iniciativa se derivó de un acuerdo interinstitucional firmado en la primavera de 2024 por ocho organismos de la UE, incluida la Comisión Europea, el Consejo y el Parlamento, para establecer un «organismo interinstitucional para los estándares éticos» después de los 2022 escándalo de «Qatargate», que implicó legisladores en las alegaciones de los bibericiosos en Qatarar y Moroccan Officials. El organismo propuesto habría incluido representantes institucionales y cinco expertos independientes encargados de establecer reglas de conducta ética y mecanismos de cumplimiento.
El rechazo del comité de AFCO se produjo después de un 17-13 votocon el EPP alineando con grupos de derecha como Patriotas para Europa y Europa de las Naciones Soberanas. Las facciones progresivas, incluidos los socialistas, renovan Europa, Verdes/EFA y la izquierda, respaldaron la propuesta, argumentando que era esencial abordar las brechas de responsabilidad sistémica. El resultado refleja una alianza recurrente denominada «mayoría de Venezuela», un bloque criticado por bloquear las reformas desde que comenzó el nuevo término legislativo del Parlamento.
Los críticos acusaron al EPP de «retroceso» Sobre los compromisos, señalando que el presidente del Parlamento, Roberta Metsola (EPP), co-firmante del Acuerdo de 2024, enfrenta presión para mediar en la crisis. El portavoz de EPP, Lorán Vincze, defendió el rechazo, calificando al cuerpo de ética un mecanismo «extrajudicial» que «estigmatizaría públicamente a los políticos» y violaría la presunción de inocencia. Los legisladores progresistas, sin embargo, argumentaron que la medida socava los esfuerzos para restaurar la credibilidad, con el eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar condenándolo como «una traición inaceptable de la confianza pública».
A pesar del voto, las fuentes parlamentarias insisten en que el Parlamento permanece obligado por el Acuerdo Interinstitucional 2024. El Grupo de Verdes/EFA planea buscar asesoramiento legal y explorar caminos alternativos para implementar el marco sin revisar las reglas internas. Los defensores de la reforma han pedido discusiones urgentes con Metsola, enfatizando que las apuestas se extienden más allá de los debates procesales.
El voto fallido subraya tensiones más amplias dentro del Parlamento, donde el dominio del EPP complica el consenso de la fiesta cruzada sobre las reformas de transparencia. Con el acuerdo verde europeo y otras prioridades que compiten por la atención legislativa, el futuro del cuerpo de ética sigue siendo incierto, dejando preguntas no resueltas sobre la capacidad de la UE para abordar las brechas de responsabilidad sistémica.
Publicado anteriormente en The European Times.