António Guterres realizó una vigilancia fuera del Consejo de Seguridad cámara para abordar los “graves y dramáticos acontecimientos” que se están desarrollando.
«Acabo de hablar con el presidente Erdoğan de Türkiye para discutir las últimas novedades», dijo. dicho.
“Destaqué la urgente necesidad de acceso humanitario inmediato a todos los civiles necesitados – y un regreso al proceso político facilitado por la ONU para poner fin al derramamiento de sangre. Todas las partes están obligadas según el derecho internacional a proteger a los civiles”.
‘Fracaso colectivo crónico’
Guterres dijo que esta última ofensiva fue lanzada en áreas controladas por el Gobierno por Hayat Tahrir al-Sham, sancionado por el Consejo como grupo terrorista junto con una amplia gama de otros grupos armados de oposición.
Ha provocado cambios significativos en las líneas del frente y decenas de miles de civiles están en riesgo en una región que ya está en llamas.
“Estamos viendo los frutos amargos de un fracaso colectivo crónico de los acuerdos de reducción de tensiones anteriores. «Producir un verdadero alto el fuego a nivel nacional o un proceso político serio para implementar las resoluciones del Consejo de Seguridad», dijo, y agregó que «estos deben cambiar».
El Secretario General afirmó que después de 14 años de conflicto, ya es hora de que todas las partes interactúen seriamente con su Enviado Especial para Siria, Geir Pedersen, para trazar finalmente un enfoque nuevo, inclusivo e integral para resolver la crisis de acuerdo con Resolución 2254 del Consejo de Seguridad (2015).
«Es hora de un diálogo serio», afirmó.
«En otras palabras, restaurar la soberanía, la unidad, la independencia y la integridad territorial de Siria y satisfacer las aspiraciones legítimas del pueblo sirio.»
Poner fin al sufrimiento
Señaló que Siria es una encrucijada de civilización y dijo que era doloroso ver su progresiva fragmentación.
Guterres recordó su largo mandato como Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, donde fue testigo de la inmensa generosidad del pueblo sirio, que abrió sus corazones y hogares a innumerables refugiados de Irak.
“Me rompe el corazón ver crecer su sufrimiento, junto con las amenazas a la seguridad regional y, de hecho, internacional”, dijo.
“Una vez más, insto a todos aquellos con influencia a que hagan su parte por el sufrido pueblo de Siria”.