La persecución de los cristianos en Irán fue el tema central de la presentación de la Lista Mundial de Vigilancia 2023 de la ONG protestante Puertas Abiertas ayer, jueves 25 de enero, en el Parlamento Europeo (PE). Según su informe, 360 millones de cristianos en todo el mundo sufren altos niveles de persecución y discriminación por su fe, 5621 cristianos fueron asesinados y 2110 iglesias fueron atacadas el año pasado.
El evento fue organizado por El eurodiputado Peter Van Dalen y la eurodiputada Miriam Lexmann (Grupo PPE).
Peter Van Dalen comentó sobre el informe condenatorio de Puertas Abiertas de la siguiente manera:
“Es muy preocupante ver que la persecución de los cristianos sigue aumentando en el mundo. ¡Por lo tanto, es muy importante que en todo su trabajo sobre los derechos humanos, el Parlamento Europeo no pase por alto el derecho a la libertad, la religión o las creencias! Agradezco a organizaciones como Puertas Abiertas que nos siguen recordando la urgencia y la importancia de estos asuntos”.
El eurodiputado Peter Vandalen
El eurodiputado Nicola Beer (Renew Europe Group), uno de los vicepresidentes del PE, tuvo un discurso especial que se centró en el papel positivo y constructivo de las comunidades religiosas en las sociedades democráticas y, en consecuencia, en la necesidad de defender la libertad de religión o de creencias.
Sra. Dabrina Bet-Tamraz, una protestante de la minoría étnica asiria en Irán, que ahora vive en Suiza, había sido invitada a testificar sobre la persecución de los cristianos en Irán, a través del ejemplo de su propia familia.
Cuando yo era adolescente estábamos constantemente bajo vigilancia; teníamos micrófonos ocultos y había espías en la iglesia. No sabíamos en quién podíamos confiar. Estábamos listos para que cualquier miembro de la familia fuera asesinado en cualquier momento, como había sucedido en muchas otras comunidades cristianas. En la escuela fui discriminado por los maestros y el director. Fui estigmatizado como cristiano y como asirio por los otros estudiantes.
Después de que la Iglesia Asiria Shahrara de mi padre fuera cerrada en 2009, fui arrestado muchas veces para ser interrogado sobre las actividades de los miembros de nuestra iglesia. Me mantuvieron bajo custodia sin permiso legal, sin una oficial femenina presente, solo en un entorno masculino, lo cual es estresante para una adolescente. Me amenazaron con ser violada.
Ahora me siento seguro en Suiza, pero cuando los funcionarios del Ministerio de Inteligencia iraní publicaron un artículo en las redes sociales con mis fotos y la dirección de mi casa, alentando a los hombres iraníes que viven en Suiza a ‘hacerme una visita’, tuve que mudarme a otra casa.. Incluso fuera de Irán, seguimos bajo amenaza de muerte si revelamos las violaciones de derechos humanos del régimen.Dabrina Bet-Tamraz
Durante muchos años, el padre de Dabrina, Pastor Víctor Bet-Tamrazy su madre, Shamiran Issavi Khabizeh estaban compartiendo su fe con musulmanes de habla farsi, lo cual está prohibido en Irán, y estaban entrenando a conversos.
El pastor Victor Bet-Tamraz fue reconocido oficialmente como ministro por el gobierno iraní y dirigió la Iglesia Pentecostal Asiria Shahrara en Teherán durante muchos años hasta que el Ministerio del Interior la cerró en marzo de 2009 por celebrar servicios en farsi; entonces era la última iglesia en Irán para celebrar servicios en el idioma de los musulmanes iraníes. Más tarde, se permitió que la iglesia reabriera bajo un nuevo liderazgo, con servicios realizados solo en asirio. El pastor Victor Bet-Tamraz y su esposa luego se trasladaron al ministerio de la iglesia doméstica y organizaron reuniones en su hogar.
Los padres de Dabrina fueron arrestados en 2014 pero quedaron en libertad bajo fianza. En 2016, fueron condenados a diez años de prisión. Su audiencia de apelación se pospuso varias veces hasta 2020. Cuando fue obvio que se mantendría la pena de prisión, decidieron abandonar Irán. Ahora viven con su hija, que huyó a Suiza en 2010.
Mientras tanto, había estudiado teología evangélica en el Reino Unido y ahora es pastora en una iglesia de habla alemana en Suiza. Su campaña por la libertad religiosa en Irán la ha llevado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, a la segunda reunión ministerial anual para promover la libertad religiosa en Washington DC y a la Asamblea General de la ONU, además de muchos otros eventos.
En el Parlamento Europeo en Bruselas, pidió a las autoridades iraníes que
“ordenar la liberación inmediata e incondicional de los cristianos detenidos por cargos espurios relacionados con la práctica de su fe y actividades religiosas; y defender el derecho a la libertad de religión o de creencias de todos los ciudadanos, independientemente de su grupo étnico o lingüístico, incluidos los conversos de otras religiones”.
Pidió a la comunidad internacional, incluida la Unión Europea, que responsabilice a Irán por su maltrato a las minorías religiosas. Instó a las autoridades iraníes a cumplir con su obligación de garantizar la libertad de religión y creencias para todos sus ciudadanos de conformidad con los instrumentos internacionales que han firmado y ratificado.
La eurodiputada Miriam Lexmann, de Eslovaquia, un ex país comunista, señaló la naturaleza antirreligiosa de la ideología marxista impuesta en su país durante décadas después de la Segunda Guerra Mundial. Hizo un llamamiento vibrante a favor de la libertad de conciencia y creencias, diciendo:
“La libertad de religión o de creencias es la piedra angular de todos los derechos humanos. Cuando se ataca la libertad religiosa, todos los derechos humanos se ven amenazados. Luchar por la libertad religiosa es luchar por todos los derechos humanos y por la democracia. Varios países como China, otro país comunista, han desarrollado algunos métodos muy sofisticados para amputar partes de la libertad religiosa de sus poblaciones. Trato de compartir mis preocupaciones con mis colegas de otros grupos políticos en el Parlamento, pero por varias razones es difícil abrirles la mente”.
El eurodiputado Nicola Beerde Alemania, subrayó que las comunidades religiosas juegan un papel importante en nuestros países democráticos, contribuyen a la estabilidad de nuestras sociedades y brindan asistencia a las personas más vulnerables a través de sus organizaciones caritativas.
“Luchar por la libertad de religión o de creencias contribuye a la defensa de todos los derechos humanos, pero muy a menudo mis compañeros del Parlamento olvidan la libertad religiosa cuando priorizan los derechos humanos que deben defenderse”, ella dijo. “La situación empeora cada vez más en todo el mundo y es importante que personas como Dabrina Bet-Tamraz testifiquen sobre este deterioro. Tenemos el privilegio de decidir y elegir libremente a qué creencias religiosas o no religiosas queremos adherirnos. Es un privilegio y un tesoro que debemos apreciar plenamente porque en muchos países pensar diferente se percibe como una amenaza”.
Durante el debate con el numeroso público asistente, El eurodiputado Peter Van Dalen fue cuestionado sobre la eficacia de las sanciones adoptadas por la Unión Europea. Su respuesta fue muy convincente:
“En abril del año pasado, el abogado de una pareja cristiana en Pakistán me llamó para pedir ayuda porque habían estado en el corredor de la muerte durante años por los llamados cargos de blasfemia y podrían ser condenados a muerte. Se decidió presentar una resolución de emergencia sobre su situación. La moción obtuvo un gran apoyo y dos semanas después, fueron puestos en libertad, oficialmente ‘por falta de pruebas’. Muestra que las resoluciones del Parlamento Europeo no pasan desapercibidas y pueden ser muy eficaces. Esos dos cristianos podrían dejar Pakistán y ahora vivir en un país democrático occidental. Basándome en este éxito, acabo de tomar la iniciativa de enviar una carta al SEAE y a Josep Borrell firmada por ocho eurodiputados para cuestionar la legitimidad de las ventajas comerciales asociadas al estatus SPG+, demasiado generosamente concedido a Pakistán y mantenido a pesar de las recurrentes violaciones de la libertad religiosa y los derechos humanos en Pakistán. De hecho, el 17 de enero, la Asamblea Nacional de Pakistán aumentó de tres a diez años de prisión la pena por insultar a personalidades piadosas del islam, en concreto a los familiares del profeta Mahoma.
