Portavoz de la agencia Olga Sarrado dijo el viernes que millones de las personas más vulnerables del mundo se quedarán sin los elementos básicos esenciales.
“Para muchas de las personas desplazadas por la fuerza en el mundo, el próximo invierno será mucho más desafiante que en los últimos años, y muchas familias desplazadas tendrán que elegir entre comida y calor mientras luchan por calentar sus refugios, conseguir ropa abrigada y cocinar comidas calientes”.
Inviernos helados consecutivos
En todo el Medio Oriente, muchos sirios e iraquíes desplazados tendrán que lidiar con el frío extremo y las tormentas de nieve una vez más.
Para muchos, este será el 12º invierno consecutivo en desplazamiento.
ACNUR estima que 3,4 millones de refugiados sirios e iraquíes y desplazados internos en Siria, Líbano, Jordania, Irak y Egipto necesitarán asistencia crítica para prepararse y hacer frente al próximo invierno.
En el Líbano, donde la grave crisis económica está llevando a todos al borde del abismo, nueve de cada 10 refugiados sirios ya viven en la pobreza extrema, obligados a recortar su alimentación y atención médica.
Mientras tratan de cubrir sus necesidades básicas, muchos se endeudan cada vez más.
Temperaturas en picado
Millones de ucranianos desarraigados de sus hogares por la guerra se enfrentan al invierno en el desplazamiento o viven en casas dañadas o edificios inadecuados para protegerlos del frío penetrante, con suministros de energía, calefacción y agua interrumpidos, y pérdida de medios de subsistencia.
En Afganistán, donde las temperaturas invernales pueden caer fácilmente a -25°C, muchas familias desplazadas y afectadas por el conflicto quedarán expuestas a los elementos.
Además, el invierno llega en medio de un fuerte declive económico y solo unos meses después de un terremoto en las provincias sudorientales de Paktika y Khost que provocó pérdidas y daños devastadores en los hogares de miles de personas.
Si bien algunas regiones de Afganistán continúan reportando nuevos desplazamientos, hay un esfuerzo continuo para contener una catástrofe humanitaria en medio de inundaciones repentinas y sequías.
Perspectiva sombría de financiación
A pesar del empeoramiento de las necesidades humanitarias, las perspectivas de financiación de los programas de ayuda y asistencia para salvar vidas siguen siendo sombrías.
Las deficiencias ya han obligado al ACNUR a reducir programas esenciales en varios países.
Sin embargo, la agencia de la ONU ha lanzado una campaña mundial de recaudación de fondos para el invierno en un esfuerzo por mantener sus operaciones en funcionamiento.
