Una nueva investigación muestra que la minería de Bitcoin está aumentando lentamente su participación en la energía verde. Pero la transición hacia una mayor sustentabilidad solo está logrando avances escasos.
El proceso de ‘minería’ de nuevos bitcoins requiere mucha potencia computacional y necesita energía. Crédito de la imagen: BenjaminNelan a través de Pixabay, licencia gratuita
Los resultados de la investigación sobre la minería de Bitcoin y los tipos de fuentes de energía utilizadas para sustentar esta criptomoneda fueron publicados el martes por el Índice de Consumo de Electricidad de Bitcoin de Cambridge (CBECI).
Al igual que con la mayoría de los tipos de criptomonedas, Bitcoin necesita mucha energía, porque el procesamiento de transacciones y la extracción de nuevos tokens requieren cantidades significativas de poder de cómputo para completar todas las etapas necesarias de verificación y encriptación.
Según los investigadores, los combustibles fósiles representaron alrededor del 62 % del presupuesto total de energía en enero de 2022. Este indicador es inferior al 65 % del año anterior, lo que significa que la proporción de fuentes de energía más limpias está creciendo y el cambio general es positivo. El nivel de energía a base de carbón cayó del 47% al 37%, pero la participación del gas aumentó del 16% al 25% el año anterior.
Reuters señala que los datos contenidos en este estudio no son muy precisos porque la distribución de las fuentes de energía se estimó en función de la distribución geográfica de la minería en todo el mundo, y luego se comparó con la producción de energía específica de cada país individual.
Estos resultados también contradicen un estudio anterior realizado por el organismo de la industria Bitcoin Mining Council con sede en EE. UU. en julio, que afirmaba que aproximadamente el 60 % de la energía utilizada para extraer bitcoins proviene de fuentes de energía sostenibles.
Según las estimaciones actuales, la minería de Bitcoin representará 48,4 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente este año. Este valor es un 14% más bajo en comparación con 2021, pero sigue siendo muy significativo.
