Adetim Bayo vive con el VIH en un corazón de pobreza en la remota Nigeria. Ser remoto y ser pobre puede significar estar fuera del alcance de la ayuda y la esperanza. Cuando Nigeria decidió cambiar su historia del SIDA, cambió la historia de vida de miles de personas como Bayo.
En 2018, el país que tiene la tercera carga más alta de casos de VIH estaba luchando con una respuesta ineficaz caracterizada por la mala calidad de los datos, la baja cobertura de servicios y la coordinación y apropiación subóptimas.
“Hemos podido garantizar que el 100 % de nuestros clientes se mantengan en atención y que brindemos atención farmacéutica de calidad, por lo que podemos monitorearlos”.
Anya Chidinma, farmacéutica, Heartland Alliance
Reconociendo la necesidad de un cambio, el gobierno adoptó un plan de recuperación, diseñado por la Organización Mundial de la Salud para acelerar la búsqueda de personas que viven con el VIH y ponerlas en tratamiento en los estados que contribuyen con más del 50 % de las necesidades nacionales de tratamiento no satisfechas. La OMS brindó orientación sobre la creación de una “sala de situación” del VIH para coordinar la logística de los productos básicos y la distribución de medicamentos contra el VIH, mejorando en última instancia los puntos de servicio y la retención de los pacientes en la atención. Un programa de tutoría clínica sobre el VIH para los trabajadores sanitarios de los establecimientos fortaleció la prestación de servicios y la equidad en la atención.
Como parte del plan de recuperación, una recomendación para la prestación de servicios diferenciados de atención del VIH, dirigida a las poblaciones clave, se volvió esencial para que el país revirtiera su historia de sida. Esta innovación adopta un enfoque centrado en las personas que simplifica y adapta los servicios de VIH a sus diferentes necesidades. Los establecimientos han integrado la atención del VIH con la atención médica general. En la región costera del sur donde vive Bayo, Heartland Alliance opera cuatro ventanillas únicas las 24 horas con provisión para la recolección grupal de medicamentos entre pares. Sus trabajadores de la salud hacen visitas a las aldeas.
“Hemos podido garantizar que el 100 % de nuestros clientes se mantengan en atención y que brindemos atención farmacéutica de calidad, por lo que podemos monitorearlos. Podemos guiarlos y brindarles el apoyo que necesitan en su terapia”, explicó Anya Chidinma, farmacéutica de Heartland Alliance en 2021. Operan de manera similar con pruebas de carga viral, apoyo psicosocial e incluso detección de cáncer de cuello uterino. “Podemos llevarlo a la comunidad”, dijo Chidinma.
“Los trabajadores de salud del establecimiento me tratan muy bien”, dijo Bayo. Cuando quedó embarazada, le aconsejaron cómo evitar que la enfermedad le pasara a su hijo y su hijo nació y se mantiene libre de VIH. Llamó a la niña Goodnews.
La cobertura del tratamiento del VIH en Nigeria en 2021 fue de alrededor del 90 %, frente al 50 % en 2015, cuando solo alrededor del 61 % de la población conocía su estado. Las nuevas infecciones muestran una tendencia a la baja, de 95 000 en 2015 a 74 000 en 2021.
