La desaparición forzada es un delito que generalmente es cometido por agentes del Estado a través del secuestro y el arresto, con las víctimas a menudo mantenidas en detención secreta, dice la ONU.
Algunos son sometidos a torturas y ejecuciones sumarias, mientras que su destino se mantiene en secreto para las familias y la sociedad en general.
El Comité y el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas, los mecanismos clave de la ONU para abordar este asunto, reciben nuevos casos todos los días.
los Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas entró en vigor en 2010, afirmando el derecho de toda víctima a conocer la verdad sobre las circunstancias de una desaparición forzada, así como la suerte corrida por la persona desaparecida.
Cuestión de derechos humanos
Habiendo sido puestas fuera del alcance de la ley y «desaparecidas» de la sociedad, las víctimas son de hecho privadas de todos sus derechos.
Algunos de los derechos humanos que las desapariciones forzadas violan regularmente incluyen el derecho a la libertad y seguridad de la persona, y el derecho a la identidad.
Estrategia para sembrar el terror
Además, la desaparición forzada se considera más que una violación de los derechos humanos y se ha utilizado con frecuencia como una estrategia para sembrar el terror en las comunidades.
Al convertirse en un problema global, y no restringido a una región específica del mundo, hoy en día puede perpetrarse en situaciones complejas de conflicto interno, especialmente como medio de represión política de los opositores.
Cientos de miles de personas han desaparecido durante los conflictos o periodos de represión en al menos 85 países del mundo.
