Comunicado de www.vaticannews.va —
El abeto rojo de unos 27 metros que se colocará en el hemiciclo de Bernini será donado por los municipios de Lagundo y Ultimo, en la provincia autónoma de Bolzano, Trentino-Alto Adigio. El belén, en cambio, incluirá elementos típicos de la zona de Nocera, integrando símbolos religiosos, referencias al territorio y figuras representativas de la espiritualidad local, entre ellas san Alfonso María de Liguori.
Este año, el árbol y los belenes para la plaza de San Pedro y para el Aula Pablo VI llegarán desde la provincia autónoma de Bolzano (Trentino-Alto Adigio), desde la diócesis de Nocera Inferiore-Sarno (Campania) y desde Costa Rica. El abeto rojo, de unos 27 metros de altura, que se erigirá en el hemiciclo de Bernini, procederá del valle alpino de Ultimo —una zona de 40 kilómetros en el oeste del Alto Adigio que termina en Lana— y será ofrecido por los municipios de Lagundo y Ultimo, según informó la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.
El belén que se instalará en la plaza de San Pedro proviene de la provincia de Salerno, en Campania, y estará inspirado en la tradición de Nocera. Entre sus elementos se encontrarán el Baptisterio Paleocristiano de Nocera Superiore, la fuente Helvius de Sant’Egidio del Monte Albino y una típica casa con patio del Agro nocerino. La representación mostrará el Misterio de la Encarnación, combinando símbolos religiosos, referencias al territorio y figuras de la espiritualidad local.
En la planta baja aparecerá un pastor con los rasgos del siervo de Dios don Enrico Smaldone, acompañado de dos niños, subiendo una escalera que simboliza a Cristo como centro del camino educativo. También habrá una casa típica con portal de toba gris nocerina, en cuyo interior se verá un cuadro de la Virgen de las Tres Coronas de Sarno, elaborado por los maestros de la Infiorata de Casatori. En el centro estará san Alfonso María de Liguori, sentado al clavicémbalo, contemplando la Encarnación mientras entona «Bátate de las estrellas» junto a dos niños. Un reloj de péndulo evocará la costumbre del santo de rezar un Ave María en cada hora.
En la planta superior se recreará el Baptisterio Paleocristiano de Nocera Superiore, con 12 columnas que sostienen los restos de su cúpula. En un balcón, una mujer contempla la escena con asombro. En el centro, la Sagrada Familia con el Niño, el buey y el asno, rodeados por los Reyes Magos en adoración y una pastora que ofrece los frutos de la tierra (hortalizas, alcachofas, nueces, cebolleta nocerina, tomates San Marzano y corbarino). Dos zampognari pondrán la música, mientras un pastor con los rasgos del siervo de Dios Alfonso Russo simbolizará el valor del sufrimiento y del voluntariado. También habrá un pescador con una gran ancla, signo de la Puerta Santa abierta de San Pedro y del Jubileo.
A la izquierda, un ángel anunciará a un pastor dormido y a su ayudante la Encarnación del Verbo. Una escalera con una puerta de hierro forjado representará el paso de la vida antigua a la nueva en Cristo. Toda la escena estará presidida por una gran estrella luminosa en forma de cometa cuya cola tendrá forma de ancla. El conjunto se completará con pastores al estilo napolitano inspirados en el arte del siglo XVIII.
El belén que se colocará en el Aula Pablo VI llegará desde Costa Rica, con el tema “Nacimiento Gaudium”. La obra, realizada por la artista costarricense Paula Sáenz Soto, quiere transmitir no solo el mensaje de paz de la Navidad, sino también un llamamiento a proteger la vida desde su concepción.
Junto al gran abeto para la plaza de San Pedro, también se enviarán a Roma otros árboles más pequeños desde Lagundo y Ultimo, que serán decorados y distribuidos en oficinas y palacios de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Se publicó primero como Desde Val d’Ultimo y Campania, el árbol y el belén para San Pedro