Comunicado de www.vaticannews.va —
Cientos de jóvenes de todo el Mediterráneo se reunieron en la basílica de Santa Maria in Trastevere en el marco del Jubileo de los Jóvenes el viernes 1 de agosto. El mensaje del cardenal Pizzaballa y la homilía de Mons. Fisichella marcaron una celebración vibrante. Patricia Recio Martínez, coordinadora del evento: “Estamos listos para un largo camino de paz y diálogo”
Guglielmo Gallone – Ciudad del Vaticano
«No somos turistas de lo espiritual. Somos peregrinos de sentido. Venimos con mochilas llenas de dudas, heridas, canciones y esperanza. Y con una certeza en el corazón: Cristo está vivo. Y nos llama». Estas palabras resonaron con fuerza este viernes 1 de agosto en la basílica de Santa María in Trastevere. Leídas en voz alta por cientos de jóvenes venidos de distintos países de Europa y del Mediterráneo, marcaron el acto de proclamación del Manifiesto de los Jóvenes Cristianos de Europaun documento audaz que pone a la juventud en el centro de una Europa envejecida y sacudida por la incertidumbre geopolítica.
Aunque la ocasión era también parte del Jubileo de los Jóvenes, este momento tenía un carácter especial. Con el apoyo de la Conferencia Episcopal Española, la italiana, el Patriarcado Latino de Jerusalén y la Archidiócesis de Santiago de Compostela, además de parroquias y movimientos eclesiales, el Manifiesto busca dar respuesta a las grandes preguntas de sentido que esta generación, tantas veces ignorada o tratada con condescendencia, lleva dentro.
Un camino hacia la redención
Patricia Recio Martínez, joven coordinadora del evento y de la iniciativa Viaje a la redención (J2R2033), explicó a los medios vaticanos:
«Las siglas significan Roma 2025, Santiago 2027, Jerusalén 2033. Lo de hoy es solo el inicio de un camino larguísimo, dividido en tres etapas, que culminará en el Jubileo extraordinario de 2033, dedicado a la Redención. Nuestro objetivo es poner a Cristo en el centro de nuestras vidas, estando todos unidos».
La idea del Manifiesto nació, según Patricia, de una convicción compartida: «Todos los jóvenes llevamos una herida profunda». El documento parte de tres datos alarmantes: más del 70 % de los jóvenes europeos entre 16 y 29 años se declaran no religiosos (según eL Centro de investigación de Pew); Europa tiene la tasa más alta de suicidios juveniles del mundo (OMS); y el 42 % de los jóvenes europeos sienten que su vida carece de sentido (Eurobarómetro 2022).
«¿Qué hacer ante esto? —continúa Patricia— La respuesta la vimos hoy con nuestros propios ojos: en Santa María in Trastevere rezamos todos juntos, sin distinciones. Jóvenes de Ucrania, España, Palestina, Jerusalén, Portugal, Italia… Todos estábamos allí. Todos felices. Estas experiencias nos enseñan a mirar más allá. A comprender que si ponemos a Cristo en el centro, en la oración, encontraremos todas las respuestas. Nosotros lo hemos puesto por escrito. Ahora toca que todos firmen el Manifiesto en nuestra web».
Una juventud unida por la paz
La energía no era aislada. Pilar Shannon Pérez Brown, de la diócesis de Madrid y presidenta del Consejo Joven del Mediterráneo —iniciativa lanzada en 2023 por la Conferencia Episcopal Italiana— también estuvo presente. «Somos 24 representantes de 18 países que impulsamos proyectos de paz, diálogo interreligioso y conexión entre fe y culturas. Es maravilloso: somos católicos, maronitas, siríacos, melquitas… y hoy, aquí, estaba todo el Mediterráneo. Que debe volver a ser tierra de encuentro. Los jóvenes no desean otra cosa».
El llamado del cardenal Pizzaballa
Antes de la celebración, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, envió un mensaje leído por Mons. Bruno Varriano, obispo auxiliar del Patriarcado:
«Nosotros, jóvenes y adultos de esta pequeña pero fiel Iglesia de Tierra Santa —en Jordania, Palestina, Israel y Chipre— necesitamos vuestra amistad, vuestra fe y vuestro coraje. Este sueño que compartís es también nuestro sueño».
El cardenal también recordó que muchos jóvenes de sus tierras no pudieron viajar a Roma debido a las difíciles circunstancias, pero «un pequeño grupo de Jerusalén y de Chipre está allí con vosotros. Y eso significa mucho para nosotros. Esperamos que, para 2033, podamos caminar todos juntos, libremente, de Occidente a Oriente, hacia Jerusalén».
Una homilía sobre el peregrinaje como vida
Mons. Rino Fisichella presidió la Eucaristía, llevando el saludo del Papa León XIV a los participantes. En su homilía destacó el sentido profundo del peregrinaje, símbolo de una existencia siempre en movimiento:
«Nosotros somos peregrinos de modo especial: confiamos unos en otros, somos amigos, vivimos la espiritualidad. Pero sobre todo, tenemos confianza en que Dios no solo nos ha hecho una promesa, sino que la ha cumplido».
Ese anhelo por confiar, dialogar y sentirse escuchados era palpable en la celebración, que culminó en un largo abrazo colectivo y en un canto compartido lleno de sueños, como una plegaria viva nacida del corazón del Mediterráneo.
Se publicó primero como Proclamado el Manifiesto de Jóvenes Cristianos de Europa