Pobreza, crecen las desigualdades en la distribución de la riqueza

Beatrice Guarrera – Ciudad del Vaticano

En 2025, la riqueza de los multimillonarios creció a nivel mundial, mientras que la pobreza y la desigualdad aumentaron. Así lo indica el Informe Mundial sobre la Desigualdad 2026 (Informe sobre la desigualdad mundial 2026)un análisis multidimensional publicado recientemente y elaborado con la contribución de más de 200 investigadores. Los datos revelan las implicaciones del tipo de finanzas «idolatradas al precio sangriento» de la vida humana y la creación, del que habló el Papa León XIV en su catequesis de hoy, miércoles 17 de diciembre.

La mayor parte de la riqueza está en manos del 1%

Según el Informe, en casi todas las regiones del mundo, solo el 1% posee más riqueza que el 90% más pobre en conjunto. Por lo tanto, persiste una profunda desigualdad a nivel mundial, considerando que el 0,001% más rico —menos de 60.000 multimillonarios— posee tres veces más riqueza que toda la mitad más pobre de la humanidad en conjunto. El informe también destaca que la riqueza de los multimillonarios ha crecido un promedio del 8% anual desde la década de 1990, casi el doble que la del resto de la población. Sin embargo, mientras que América del Norte y Oceanía mantienen niveles promedio de bienestar económico más de tres veces superiores al promedio mundial, gran parte del África subsahariana, el sur de Asia y América Latina se encuentran en niveles mucho más bajos, mientras que Europa y Asia Oriental se sitúan en la mitad. Según la investigación, las economías más frágiles también se ven perjudicadas por la desigualdad en los flujos financieros: aproximadamente el 1% del PIB mundial se transfiere anualmente de los países de bajos ingresos a los ricos en forma de intereses y rentas.

Desigualdad de emisiones

Desde una perspectiva ambiental, las desigualdades persisten. Si bien las personas más ricas alimentan la crisis climática a través de sus inversiones, las poblaciones más pobres siempre sufren las consecuencias. El informe señala además que la mitad más pobre de la población mundial es responsable de solo el 3% de las emisiones de carbono asociadas con la propiedad privada del capital, mientras que el 10% más rico es responsable del 77% de las emisiones. Si bien la tributación progresiva debería limitar la influencia política de los extremadamente ricos, la investigación muestra que, en realidad, los multimillonarios suelen pagar impuestos proporcionalmente más bajos que la mayoría de la población. Esto no solo socava la justicia fiscal, sino que también priva a las sociedades de los recursos necesarios para la educación, la atención médica y la acción climática.

Un desequilibrio global

El informe encargado por la presidencia del G20, elaborado por un comité de expertos independientes liderado por el economista estadounidense Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía en 2001, también ofreció una instantánea del desequilibrio global. El informe hablaba de una «emergencia de desigualdad global», considerando que entre 2000 y 2024, el 1% más rico de la riqueza mundial representó el 41% de la nueva riqueza. Las consecuencias de esta falta de recursos impactan todos los aspectos de la vida, incluida la educación. En África, donde nacerá un tercio de los jóvenes del mundo para 2050, cuatro de cada cinco niños no saben leer ni escribir, y es poco probable que la situación mejore, ya que muchos gobiernos locales, faltos de fondos para pagar a los maestros y la electricidad, están reduciendo las horas y los programas escolares existentes. Mientras tanto, en las zonas más ricas del mundo, los fondos de renta variable alcanzan nuevos máximos históricos en las principales bolsas de valores, impulsados ​​por la carrera hacia la inteligencia artificial. El resultado es que el 83 % de los países del mundo, que representan el 90 % de la población mundial, presentan niveles de desigualdad tan altos que caen en la categoría «crítica» del Banco Mundial.

Datos del Banco Mundial

El propio Banco Mundial, en datos publicados el pasado septiembre, observó un crecimiento de la población mundial en situación de pobreza extrema, del 10,0% al 10,3% en 2024. 839 millones de personas viven en condiciones de pobreza severa, 22 millones más que en junio de 2025. Esta revisión al alza se debe principalmente a un aumento de la tasa de pobreza extrema en África subsahariana, que ha alcanzado el 46,0% de la población.