Comunicado de www.vaticannews.va —
En la pre-vigilia del Jubileo de los Jóvenes, el testimonio, la música y la oración encendieron el corazón de miles. La multitud no se dejó amedrentar por el extremo calor en Roma. El grupo Hakuna y su mensaje de unidad marcaron uno de los momentos más emotivos.
Sebastián Sansón Ferrari – Tor Vergata, Roma
Ni el calor sofocante de Roma pudo apagar la alegría y la energía de los cientos de miles de jóvenes congregados en Tor Vergata la tarde del sábado 2 de agosto. En un ambiente marcado por el entusiasmo, los cantos y el espíritu de comunión, se celebró la pre-vigilia del Jubileo de los Jóvenes, antesala del gran encuentro con el Papa León XIV.
El cielo despejado y las temperaturas elevadas no frenaron la participación activa de los peregrinos, que transformaron el predio en un verdadero mar de banderas, sombreros, abanicos improvisados y corazones abiertos. A medida que avanzaban las horas, crecía la expectativa por la llegada del Santo Padre. Uno de los momentos más emotivos fue cuando los presentes comenzaron a cantar espontáneamente el himno «Emmanuel», que acompañó la JMJ del año 2000 con San Juan Pablo II, precisamente en este mismo lugar. Un eco del pasado que se hizo presente con fuerza y nostalgia.
La pre-vigilia estuvo caracterizada, entre otros elementos, por la presentación de cuatro testimonios de jóvenes provenientes de distintas partes del mundo, que compartieron sus historias de fe, conversión y compromiso con la Iglesia. Sus palabras fueron acogidas con atención, aplausos y profunda emoción por una asamblea sedienta de sentido.
Entre los momentos más destacados de la jornada estuvo la participación musical del Movimiento Hakuna, nacido precisamente en el contexto de la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro en 2013. El grupo, originario de España, no solo compartió una de sus canciones en el escenario principal, sino que también estuvo presente entre los peregrinos con su testimonio vivo de comunidad, oración y misión.
Maca Torres, integrante del movimiento, compartió con Noticias del Vaticano sus impresiones:
“Tener la oportunidad de vivir este primer jubileo de los Jóvenes del Papa León XIV, justo a pocos meses del inicio de su pontificado, es muy especial para nosotros. Lo hemos preparado durante todo el año con mucha oración, y muy unidos al Santo Padre”.
Hakuna nació precisamente en el marco de la preparación de la JMJ de Río, y ha crecido como un espacio de encuentro con Dios a través de la música, el compartir comunitario y la adoración. “Ver cómo hemos madurado como movimiento y poder participar ahora en esta vigilia es un regalo enorme”, añadió la joven ibérica.
A quienes no pudieron asistir físicamente al jubileo en Roma, Maca les dejó un mensaje de aliento:
“Estamos muy unidos en la oración. Lo bonito del jubileo es que no es solo para quienes estamos aquí, sino para todos. En la oración, estamos juntos aunque no sea presencialmente”.
Durante el reciente encuentro de jóvenes españoles, la delegación también vivió un momento significativo con la celebración de la misa presidida por Mons. Luis Argüello, quien los animó a confesar la fe sin miedo en las plazas públicas. Para Maca, ese fue otro momento de gracia:
“Ver a tantos jóvenes, sentirte parte de una masa viva, una familia… eso te da muchísima fuerza para volver a casa y seguir siendo valiente. Porque cuando estás solo cuesta más, pero al verte tan arropado, todo cambia. Eso es la Iglesia”.
Un encuentro histórico con el Sucesor de Pedro
Para muchos de los jóvenes presentes, esta es una experiencia irrepetible y largamente soñada. Fue el Papa Francisco quien convocó este Jubileo de los Jóvenes durante la misa de envío de la Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2023. Hoy, es León XIV, su sucesor, quien los recibe en Roma, en uno de los primeros grandes eventos de su pontificado. Esta continuidad simbólica entre pontífices emociona profundamente a los peregrinos, que reconocen en ambos Pastores un mismo llamado a la esperanza.
Con colchonetas, sobres de dormir, mochilas, termos y guitarras, los chicos pernoctarán bajo el cielo romano, compartiendo la alegría de la fe, cantando, rezando y, en lo posible, intentando descansar. Pero apagar la euforia será difícil: la emoción de estar aquí, muchos por primera vez, después de tantos sacrificios personales, es un gozo difícil de contener. Esta noche en Tor Vergata quedará marcada en sus corazones como una llama que no se apaga.
Se publicó primero como Tor Vergata arde de fe: la juventud del mundo canta y ora