Comunicado de www.vaticannews.va —
Entrada solemne en el territorio del Estado de Palestina para el nuevo Custodio franciscano de Tierra Santa. Acompañado por el vicario, Ibrahim Faltas, ha rezado invocando junto con la comunidad los dones de la fraternidad, el diálogo, la reconciliación y el perdón: «Sin paz no hay gloria de Dios».
Roberto Cetera – Belén
«Un mensaje de paz y esperanza para un futuro de bienestar para todos. No puede haber un futuro así si no es para todos». Este es el mensaje que ha transmitido este viernes el nuevo Custodio de Tierra Santa, el padre Francesco Ielpo, al hacer su entrada solemne en Belén, es decir, la primera entrada oficial en el territorio del Estado de Palestina.
Recibido por cientos de católicos residentes en la ciudad de la Natividad y acompañado por el vicario custodial, padre Ibrahim Faltas, y por muchos frailes procedentes de Jerusalén, padre Ielpo recibió una calurosa bienvenida por parte de las autoridades civiles y religiosas del lugar. En su breve saludo durante la ceremonia celebrada en la iglesia adyacente de Santa Catalina, el sacerdote franciscano dijo:
«En este lugar, hace dos mil años, un ángel anunció el nacimiento del Salvador a unos pastores que velaban por su rebaño. Tras el asombro inicial, aquellos pastores oyeron el canto del coro angelical: «Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres amados por el Señor». La paz en la tierra es el reflejo de la gloria de Dios en los cielos. Y la gloria de Dios en la tierra se llama paz. Sin paz no hay gloria de Dios».
El custodio de Tierra Santa concluyó diciendo: «Vengo aquí como peregrino de oración. Vengo para rezar con vosotros e invocar los dones de la fraternidad, el diálogo, la reconciliación y el perdón, para dar gloria a Dios convirtiéndonos en constructores de paz. Que el Niño Dios acostado en el pesebre los bendiga a todos».
Se publicó primero como Padre Ielpo en Belén: un futuro de paz y bienestar para todos